Antes de la trilateral, Obama se había reunido por separado con cada uno de los líderes en sendas bilaterales, de una duración inicial de media hora pero que se prolongaron más de lo esperado.
Tras un apretón de manos con ambos líderes, en su primera reunión trilateral desde su llegada a la Casa Blanca en enero, Obama afirmó que tanto Netanyahu como Abas deben "mostrar su disposición a lograr resultados" y no limitarse a las meras palabras.
Según Obama, aunque desde enero se han logrado progresos, los palestinos deben continuar haciendo más en materia de seguridad y los israelíes, que han dado ciertos pasos para mejorar la libertad de movimientos y refrenar la actividad de los asentamientos, "deben continuar esos esfuerzos".
Además, los Estados árabes deben "dar pasos para promover la paz", sostuvo Obama, al término de unas bilaterales que caracterizó como "francas y productivas", un eufemismo diplomático para describir desacuerdos.
En sus declaraciones, el presidente estadounidense expresó el "compromiso de EEUU con una paz duradera y completa en Oriente Medio, que incluya el fin del conflicto entre israelíes y palestinos mediante la existencia de dos Estados que convivan".
El presidente estadounidense reveló que su enviado para la zona, George Mitchell, volverá a reunirse con Abas y Netanyahu la próxima semana.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, informará a mediados de octubre del estado de las negociaciones, indicó Obama.