Tras la complicada maniobra, característica de la estrecha calle Sagasta, iniciaba el recorrido por las calles de Cádiz Jesús de las Penas, que estrenaba una túnica confeccionada en tisú y brocatel y un broche pectoral de metal. Cristo del Amor ha sido la primera marcha en sonar tras escuchar la tradicional Marcha Real, interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Fe y del Consuelo de Martos de Jaén.
Los penitentes, algunos luciendo igualmente túnicas nuevas, se abrían paso poco a poco por Hospital de Mujeres, su recorrido habitual, hasta abrir el cortejo para permitir el paso del palio de la Virgen de la Caridad, dirigido por Ruiz Gené y con una parihuela a estrenar para la ocasión, así como un fajín cinturilla con bordados del siglo XIX.
Le Hermandad de las Penas volvió a tener un encuentro especial en su paso por San Juan de Dios, coincidiendo un año más con la llegada de Jesús Despojado por una parte de la plaza y Sagrada Cena por la otra.