-La cirugía estética intenta corregir defectos que pueden ocurrir en cualquier parte de nuestro cuerpo. Las consultas más frecuentes se deben a problemas en la región mamaria, tanto por escaso tamaño, buscando el implante de prótesis, como por caída del pecho después de embarazos o pérdidas de peso, y también mujeres que buscan reducir un volumen excesivo. También en el hombre puede ocurrir un exceso de desarrollo mamario, la llamada ginecomastia, que también tiene un tratamiento quirúrgico.
En segundo lugar atendemos defectos en la región facial, generalmente alteraciones en la forma de la nariz, o de las orejas, y problemas de envejecimiento en los párpados y en el resto de la cara. El tercer grupo son problemas derivados de la obesidad, que también tiene solución mediante técnicas de liposucción y dermolipectomías.
-¿Y sus mayores resultados?
-La cirugía estética evoluciona muy rápidamente. Las necesidades de los pacientes no son las mismas ahora que hace unos años. Si hablamos de la rinoplastia, por ejemplo, los resultados que antiguamente se buscaban, una nariz pequeña, con un dorso muy reducido y ligeramente respingona, hoy se consideran un mal resultado: se busca una nariz natural que no parezca operada, con un tamaño adecuado al resto de la cara, un dorso recto y una punta que no deje ver los orificios nasales. En el aumento mamario, la sustitución de las prótesis redondas por prótesis anatómica permite mayores aumentos, sin perder la naturalidad y sin provocar un aspecto de globos. Las técnicas quirúrgicas cambian y se hacen más seguras. También cambian las indicaciones y la forma de utilizarlas, por esto la mayor satisfacción para un cirujano es llegar a comprender los deseos del paciente y poder acercarse lo más posible a ese resultado.
-¿Cuál es el perfil de su paciente?
-El de la población en general. Desde niños con defectos congénitos, como las orejas en soplillo, hasta problemas de envejecimiento. Todavía se operan más mujeres, pero cada vez acuden a consulta más hombres. Y el nivel socioeconómico es también muy amplio. En España se acepta con mucha naturalidad la necesidad de hacerse algún que otro retoque, y afortunadamente casi todo el mundo tiene las posibilidades económicas para permitírselo, a pesar de la crisis económica.
-¿Es la salud estética un pilar importante en la salud general?
-Los pacientes que se someten a una cirugía estética buscan sobre todo encontrarse a gusto consigo mismo. Si esto se consigue, es una buena base para mantener un buen equilibrio psicológico y una actitud vital saludable.
-Últimamente, se está hablando mucho sobre estafas estéticas. ¿Cómo puede el paciente garantizar sus servicios y confiar en el diagnóstico?
-Aunque en la cirugía estética intentamos buscar la máxima seguridad, en Medicina la palabra garantía no existe. De vez en cuando aparecen en los medios noticias de accidentes ocurridos en el transcurso de intervenciones estéticas. Pero si se lee a fondo la noticia, suelen hablar de clínicas no autorizadas o de cirujanos que no poseen el titulo de especialista en cirugía plástica. Un buen profesional siempre aconsejará e informará al paciente.