Esta red, que ha sido desmantelada con las detenciones realizadas en Madrid, Valencia, Seseña (Toledo) y Villagarcía de Arosa (Pontevedra), contaba con una compleja infraestructura que controlaba todo el proceso de preparación y distribución desde que la droga entraba en España hasta su venta en pequeñas cantidades.
Según la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, la organización estaba en contacto directo con suministradores de Colombia, que daban salida a la cocaína desde Venezuela y Ecuador, camuflándola en cargamentos de metal o material plástico.
A continuación, la droga pasaba por un laboratorio instalado en una vivienda de Fuentidueña de Tajo (Madrid), que estaba aislada de manera que fuera posible manipular los estupefacientes con productos químicos sin alertar a los vecinos.
Una vez adulterada, la red transportaba la mezcla resultante a un piso del distrito madrileño de San Blas, donde era prensada de nuevo y dispuesta para su comercialización e incluso para suministrarla en importantes cantidades a otros narcos gallegos.
La organización también contaba con pisos de seguridad donde almacenaba grandes sumas de efectivo obtenidas en estas operaciones, así como otros inmuebles en Madrid y Valencia en los que guardaba cantidades inferiores a los 100 kilos de cocaína y que servían de plataforma para su posterior distribución.
Además, tenían a su disposición una flota de vehículos preparados para transportar de manera segura el dinero y la droga, con sistemas electrohidráulicos que podían activar para esconder la mercancía en espacios ocultos en caso de ser interceptados por la Policía.
En los más de cuarenta registros realizados en Madrid, Pontevedra, Toledo, Murcia y varias localidades de la provincia de Valencia, los agentes intervinieron ocho armas de fuego, dos pistolas eléctricas, armas blancas, diversa munición, veintiocho vehículos y tres motocicletas.
Los veintinueve detenidos incluyen tanto a los máximos responsables de la red como a los encargados de la distribución, que fueron investigados a raíz de su relación con un individuo de nacionalidad española y afincado en Valencia, en el que se centró la operación hace más de un año.
Este hombre estaba relacionado con diversos narcotraficantes que operan en España y contaba con varias empresas dedicadas a diferentes actividades.
Suministraban a los 'narcos' gran cantidad de droga
La red de narcotraficantes suministraba “importante” cantidad de droga a los narcos gallegos, algo inaudito en este “negocio”. Así lo destacó el jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional, Francisco Javier Migueláñez, en la rueda de prensa ofrecida en Valencia con motivo de esta operación, desarrollada en el último año y medio y en la que participaron un centenar de agentes de la Comunitat, Madrid, Galicia y Cataluña.
Migueláñez también señaló la importancia de haber desmantelado a la banda “por completo”, ya que se detuvo desde los encargados de distribuir la mercancía hasta los responsables de la banda.
La banda, un complejo entramado profesional hispano-colombiano, estaba dirigida por un “núcleo español” liderado por “un empresario valenciano radicado en Valencia”, según indicó el jefe superior de Policía de la Comunitat, Antonio Moreno.
Concretó que se trata de “algún empresario de éxito” y “hasta laureado por sus éxitos empresariales en su ámbito” y que cuenta con “algún antecedente policial” pero “en su juventud y sin importancia”.
Este líder dirigía un entramado de empresas legales con las que justificaba los elevados ingresos.