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El jardín de Bomarzo

Vaya un mes de Mayo

El resultado electoral del pasado 28 tendrá consecuencias en sus tres niveles, nacional, autonómico y provincial

Publicado: 03/05/2019 ·
12:51
· Actualizado: 03/05/2019 · 12:51
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El resultado electoral del pasado 28 tendrá consecuencias en sus tres niveles, nacional, autonómico y provincial. Incluso en el cuarto, como es el local. Bien es cierto que la inminencia de las próximas elecciones municipales de este 26M suponen una tregua porque ahora a todos toca defender sus fortines locales y, de ellos, las diputaciones salientes, tan importantes para los partidos porque con ellas es mucho más fácil manejar el poder orgánico interno. El escenario político es otro: en el PSOE manda definitivamente Sánchez, Ciudadanos pretende liderar el bloque de la derecha, el PP vuela hacia el vacío, Unidas se encamina hacia marca blanca del PSOE y VOX ha llegado para quedarse. Y eso para todos los niveles de la vida política.

La misma noche del domingo el senedrín de Moncloa, a petición expresa de Sánchez, pidió una extrapolación de los resultados cosechados en Andalucía para compararlos con los conseguidos por Susana Díaz tras su forzado adelanto electoral y con el incremento de votos de ahora el resultado es revelador: de haberlas hecho coincidir el PSOE hubiese logrado nueve parlamentarios más (42), el PP siete menos (19), Ciudadanos uno menos (20), Podemos dos menos (15) y Vox uno más (13), por lo tanto no hubiesen perdido la Junta y de esta decisión equívoca señalan, obviamente, a la ex presidente Díaz. Por lo cual la bala está lista, solo a espera del momento adecuado para hacerla volar. Provincias como Huelva, Granada o Jaén llegaron a acuerdos con Ferraz para las listas y en Madrid anuncian fuerte y claro que los presidentes de las diputaciones salientes los ponen allí y lo harán para controlar el partido cara al congreso regional que se avecinará después de las municipales y en el cual ya está previsto plantear un relevo al liderazgo de Susana Díaz, muy tocado con la suma de todo junto: ha perdido sus batallas orgánicas internas, ha perdido la Junta a manos del PP tras casi cuarenta años de gobiernos socialistas, está perdiendo por días adeptos en sus filas y, lo que es peor, ha perdido la batalla del poder frente a un Pedro Sánchez que ahora se sentará sólido cuatro años con los mandos del partido en sus manos y con el objetivo claro de dominarlo por completo y eso pasa, en primer lugar, por coger las riendas de Andalucía.

Susana Díaz debería, opinan no pocos, dar un paso al lado por el bien de muchos que se han batido el cobre en su guerra, pero no lo hará por condición genética trianera. Piensa que al igual que le pasó a Sánchez, que de estar casi enterrado se ve ahora dónde se ve, ella puede resistir y tiene una opción de volver al gobierno de la Junta en cuatro años. Pero se le hará duro batallar contra todos, no solo contra el gobierno actual PP y Cs que no chirría entre la ciudadanía sino, sobre todo, contra más de la mitad de su propio partido y que es, no hay que olvidarlo, la formación política que mejor interpreta el poder y este hoy por mucho lo tiene Pedro Sánchez, tras el cual cada día se alinean nuevos convertidos al sanchismo. El trasvase de individuos al ejército ganador es una disciplina muy entrenada en la dinámica socialista, en la política en general, y tan solo los que no tienen más alternativa porque lo dejaron todo en la contienda continuarán fieles como Thelma y Louise directos al salto... -aunque volar es para pájaros, piensa la mayoría-.

Pedro Sánchez va a querer gobernar en solitario, eso es evidente, como lo es que Ciudadanos ni se plantee un acuerdo a nivel nacional porque Albert Rivera se ve liderando la oposición al gobierno tras la segunda noticia importante de la semana y es el hundimiento extremo de un Partido Popular que no ha sabido trasladar eso de experiencia en la gestión con el joven rostro de un Pablo Casado a quien resistir lo que se le avecina se le hará también muy duro. El casadismo ha resultado ser un antídoto ineficaz, ha tambaleado mucho en su toma de decisiones y ha equivocado su posición ideológica virando a la derecha para taponar la fuga hacia Vox cuando el voto está más en el centro -de hecho, para las municipales el lema será Centrados en tu futuro con lo que, de entrada, ya vuelven a centrar su posición ideológica ante el desastre de las generales-; en Andalucía todos culpan a Casado, sobre todo en los alrededores de San Telmo, donde la debacle nacional la perciben como una oportunidad para que desde Sevilla se organice la reconquista del poder perdido. 

En Cádiz los resultados del PP son especialmente dramáticos y, por supuesto, nadie es responsable salvo Casado, a quien le están dado por todos lados. Pero no es menos cierto que la candidatura encabezada por Pelayo no ha ayudado frente a un Grande Marlaska que, nacido en Bilbao, ha arrasado en esta provincia. Y dos detalles graves: ningún representante para el PP en el Senado y que lo consiguiese Cs es para hacérselo mirar, más cuando la lista la encabezaba el flamante alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, que extrapolando los datos al senado sumados en su localidad cara a las municipales allí sacaría mayoría absoluta. Y otro es el lamentable papel que ha jugado en todo el proceso el alcalde de Vejer, Pepe Ortiz, que ha querido ser todo y vamos a ver si mantiene su alcaldía, donde está centrado -ahora todo el PP se ha centrado...-. Renunció a estar en el parlamento de manera inexplicable y aceptó ir de dos al congreso para terminar no saliendo, de lo cual la uno y otros en la provincia seguro se sonríen cuando lo piensan. Aunque la cosa no está para reírse.

Así, municipales. Este mes de Mayo, vaya, que acoge la Feria de Abril y uno se pregunta por qué en Sevilla son tan especiales que no respetan ni el calendario oficial de sus propias fiestas, es mes electoral para los cabildos locales, esos que muy frenéticos hacen las cuentas en comparación con las generales para vislumbrar hasta qué punto el nuevo orden, y las sumas correspondientes, les puede afectar. Porque el PSOE trae el viento de cola y con las elecciones tan juntas lo normal es que éste impulse a sus candidatos locales, bien es cierto que lo tienen peor para llegar a acuerdos posteriores de gobierno porque Unidas y sus diferentes corrientes no atraviesa su mejor momento y de no sumar "entre las fuerzas progresistas" su única alternativa es Ciudadanos. La formación naranja ha tardado una eternidad en la elección de sus candidatos locales, muy desconocidos en general y no les va a ser fácil mantener su ritmo de voto en las locales ni evitar una trasvase tanto a PSOE como a PP, para quien el viento que viene es de poniente y frío. Bien es cierto que podrá sumar con Cs y VOX y se puede dar el caso que logre gobiernos aún perdiendo por mucho. La participación será menor, el miedo a la derecha movilizó el voto de la izquierda en generales y eso pasará menos en unos comicios locales donde el valor del candidato será determinante para el resultado final. A ritmo de sevillanas, por tanto, campaña en este mes de mayo, vaya un mes. Entre charré y caballos...

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