Ni las medidas adoptadas por parte de la Junta de Andalucía en un primer intento de paliar el grave problema que sufren los médicos ante las continuas agresiones de pacientes ni la insistencia permanente de sindicatos y otros colectivos del sector sanitario en adoptar medidas urgentes y contundentes han frenado una preocupante situación que ha llegado a enquistarse en la provincia de Málaga.
Tanto es así que, o los facultativos intentan tomar por sus propios medios algunas alternativas de contención, algo que sería cuanto menos bochornoso para un sistema sanitario público en nuestra región como el SAS, o de lo contrario, ante la pasividad de forma palpable de las autoridades, los trabajadores estarán abocados a asumir el hecho de convertirse en objetos de agresiones físicas y verbales, en una sociedad que adoptará con cierta normalidad este tipo de casos que, entre otras cosas, son tan incongruentes dada la deontología de la profesión sanitaria.
Los sucesos continúan incrementándose. En esta ocasión, una doctora del Centro de Salud de Campanillas fue agredida este lunes verbalmente por una paciente al insistirle a la facultativa que le recetara el fármaco Trankimazin. Ante la negativa de ésta y tras interrumpir tres veces su consulta, la agresora solicitó el cambio de médico en el centro de salud, y una vez concederle la cita para su nuevo doctor, regresó a la consulta para amenazar a la médica en varias ocasiones, así como a varios profesionales sanitarios. Ante la situación desde el centro de Atención Primaria informaron a la Policía, aunque antes de la llegada de los agentes la agresora salió huyendo.
Según ha podido conocer este sindicato, los facultativos conocían la identidad de esta mujer un tanto conflictiva y de ahí que pudiera realizar la denuncia que se efectuó por parte de la doctora.
Por este motivo, los médicos se han concentrado esta mañana en la entrada del centro de salud de Campanillas para dar la cara de nuevo y reprobar esta actitud agresiva de la paciente, además de apoyar a los compañeros agredidos.
Pese a que los cambios no se han producido en esta materia, desde este sindicato se percibe que existe una cierta sensibilidad por parte de la administración andaluza por solucionar de una manera definitiva este asunto. Tanto es así, que hoy el propio delegado provincial de Salud en Málaga, Carlos Bautista, ha acompañado a los agredidos y al personal sanitario en la concentración como muestra de apoyo en contra de esta lacra social.
El número de agresiones en Málaga en lo que va de año ya supera la treintena e iguala prácticamente los casos que se dieron en 2018 en estas mismas fechas, llegando a alcanzar la cifra de ochenta incidentes durante esos doce meses.
Por ello, el Sindicato Médico de Málaga (SMM) denuncia y condena enérgicamente una vez más este tipo de acciones tan lamentables e insiste a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía en adoptar un plan con carácter inminente que vele por la seguridad de los facultativos, además de la puesta en marcha de una campaña de concienciación ciudadana ante este grave problema.
Asimismo, el SMM sigue proponiendo una mapa de zonas de mayor riesgo actualizado, la inclusión de cámaras de vigilancia y sirenas en consulta y pasar por revisión los botones antipánico, además de sanciones administrativas, incrementar la seguridad en los centros sanitarios y la identificación de los reincidentes cuando acudan a los centros de salud u hospitales.
