Un banco de alimentos es una ONG que basa su acción en el voluntariado, cuyo objetivo principal es “la consecución y aprovechamiento de los alimentos excedentarios con intención de hacerlos llegar a los Centros Asistenciales, y a través de ellos a las personas necesitadas”. En España hay actualmente 55 bancos de alimentos. La sede principal de la provincia de Cádiz se encuentra en Puerto Real, en el Polígono Industrial La Cabezuela, en la Calle Chile, y cuenta con cuatro naves para el almacenamiento de alimentos.
Isabel Gomis es la Secretaria del Banco de Alimentos de Cádiz. Cuenta que “aquí nos dedicamos al reparto de alimentos entre los más necesitados y la lucha contra el despilfarro”.
Esta ONG recibe los alimentos por tres vías principalmente: el Estado, las recogidas que hacen mensualmente en los supermercados, y los productos perecederos que entrega la Junta de Andalucía cada quince días aproximadamente.
“Cada mes hacemos recogidas en diferentes poblaciones y con diferentes cadenas de supermercados. La última fue en septiembre, y ahora el 22-23 de noviembre tendremos la gran recogida de alimentos que la hacemos en más de cien establecimiento de la provincia”.
También reciben pescado fresco incautado por parte de la Policía y de la Guardia Civil. “Hay ocasiones en la que nos llega una caja de boquerones, y otras veces nos traen hasta diez atunes. A lo mejor nos llaman un domingo a la siete de la mañana, es algo impredecible. En el momento que la Guardia Civil incauta algo nos avisan”.
Actualmente “estamos potenciando otra vía de llegada de alimentos”, que consiste en que “tenemos un convenio con Mercadona, Carrefour y otras superficies, que entregan a asociaciones productos que están aptos para su consumo pero no para su venta debido a que le falta una etiqueta o están dañados por su manipulación”.
“Nosotros ponemos en contacto al supermercado con la asociación que sea, y avalamos que esos productos van a consumirse pronto”, comenta Isabel, y aclara que “repartimos los alimentos entre las asociaciones, y son estas las que las llevan a los beneficiarios. No repartimos a particulares”.
Según los datos del propio banco, en el año 2016 se beneficiaron 50.889 personas de sus servicios. Un año después, en 2017, el número descendió a 29.967 beneficiados, y en 2018 volvió a bajar a 25.516. En el año 2019, 7.784 familias están consumiendo los alimentos del banco gaditano y en total 22.930 personas, existiendo 170 asociaciones con las que colaboran en toda la provincia.
Isabel cuenta que hay alimentos con los que el banco suele contar habitualmente como puede ser el arroz o la pasta, pero “hay otros de los que habitualmente carecemos como es el aceite, que es lo más preciado que tenemos, por su precio, y la leche por la gran demanda que tiene. La leche, el aceite y las conservas de pescado y carne son productos de los que siempre andamos cortos porque son muy demandados por la gente”.
El Banco de Alimentos de Cádiz cuenta con unos ocho-diez voluntarios diariamente, cuando hay recogidas y se clasifican alimentos puede llegar a las veinte personas, y los días de la gran recogida llegan a las dos mil voluntarios.
“Suelen ser personas jubiladas las que vienen a diario o personas que están paradas”, pero “cuando hacemos recogidas contamos con el apoyo de grupo de scouts, por ejemplo”.
Sin embargo, una labor desconocida por muchos, son los cursos de formación que realizan en el banco y que comenzaron hace dos años. “Son cursos de formación muy básicos, que entendemos que toda persona puede hacer, no hace falta tener otros estudios base. Son cursos de formación que por un pequeño estudio de mercado que hemos hecho son los que más demandados están actualmente, y además son profesiones muy demandadas como la de carnicero, pescadero o mozo de almacén. Nosotros a través de una academia formamos a nuestros beneficiarios que suelen tener el perfil más adecuado”. Estos cursos “duran un mes y después tienen otro mes para hacer prácticas”.
El banco gaditano ha formado ya a cientos de personas y “unas 15-20 han sido contratados en verano”.
“Creemos que con esto cerramos el círculo de alguna manera, ya que damos comida, pero también formación, subimos la autoestima a la persona, le hacemos ver que se puede salir”, comenta Isabel.
También dan cursos en los colegios con el objetivo de sensibilizar a los niños. “Entendemos que el despilfarro es algo que la gente no tiene todavía en cuenta, no lo valora”.
Agradece en varias ocasiones las subvenciones recibidas por los distintos ayuntamientos de la provincia como pueden ser el de Chiclana, Cádiz y San Fernando, aunque pide que las conversaciones entre las distintas instituciones sea “más fluida”.
“Estamos trabajando con un programa del Ayuntamiento de Cádiz donde volcamos información”, pero aún así piensa que es importante que exista una base de datos para que no exista duplicidad, es decir, que las personas no se aprovechen de las distintas organizaciones y cojan alimentos de vario sitios, llegando en algunos momentos a venderlas en el mercado negro.
“Los voluntarios somos muy humildes, y salir y contar nos echa un poco para atrás. Entendemos que esta labor hay que hacer un poco en silencio. Muchas veces deberíamos vendernos un poco más, contar lo que hacemos”
Falta algo más de un mes para la gran recogida de alimentos que llevará a cabo el banco entre el 22 y el 23 de noviembre. Isabel afirma que “la gente de Cádiz es muy solidaria”, aunque Isabel anima a la gente a colaborar con el banco de alimentos. Su sede, en el Polígono Industrial La Cabezuela, está abierta para todo el mundo.