La ópera inclusiva 'Samson et Dalila' llega los próximos 14, 16 y 18 de noviembre al escenario del Teatro de la Maestranza de Sevilla con más de 200 personas en escena, entre ellas miembros de diversos colectivos de personas con discapacidad de la región, y con el tenor Gregoy Kunde y la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera en los roles principales.
Además, la dirección musical de 'Samson et Dalila' de Camille Saint-Saëns, versión francesa de esta obra en tres actos con libreto de Ferdinand Lamaire inspirado en el 'Libro de los jueces' de la Biblia, corre a cargo de Jacques Lacombe, mientras que Paco Azorín está al frente de la dirección de escena y escenografía y Carlos Martos, de la coreografía escénica. Se trata de una nueva producción del teatro sevillano en coproducción con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
En la rueda de prensa de presentación de esta producción, el director general del Maestranza, Javier Menéndez, ha explicado que la obra convierte al teatro "en un espacio de reflexión" e incide en la parte del odio entre dos comunidades que no saben ni siquiera el porqué, ya que "lo llevan arraigado desde que nacen", al tiempo que ha destacado que Kunde "es el mejor Samson que circula por los teatros" y que Herrera "es una de las Dalilas más seductora que existe".
Nancy Fabiola Herrera ha destacado "el gran colectivo humano y la complicidad que hay entre todos" en este proyecto, que ha calificado de "muy potente". Además, ha explicado que en esta ocasión el personaje de Dalila "tiene un lectura diferente y es más femenino en el sentido de que tiene sus debilidades, parte desde la emoción del corazón, y no es un personaje tan calculador". "Es un producción potente, diferente y muy actual que a veces revuelve porque nos enfrentamos con la oscuridad más grande del ser humano", una lectura con la que "el público se va a identificar"
Gregory Kunde, por su parte, ha señalado que el concepto de esta producción "es muy especial" y ha dicho que en este equipo "no hay estrellas", para añadir que entre los dos roles "han trasladado el amor pero también el conflicto", un extremo del cual "están muy orgullosos".
Jacques Lacombe, quien debuta en el Teatro Maestranza, ha subrayado que "es un gran amante del repertorio francés, que debería estar más presente", toda vez que ha señalado que es una obra "muy exigente para todos" y la producción "más potente y creíble de todos los 'Samson et Dalila' que ha hecho", y ha resaltado la "calidad" del cast de este montaje, lo que considera "un gran regalo".
Paco Azorín ha subrayado que se trata de uno de los proyectos "más importantes y especiales" de su equipo y ha defendido que la ópera "no sea algo elitista" para añadir que en su caso es su 'modus vivendi', "un modo de conocimiento, lo que le gustaría contagiar a todo el público". Y, por supuesto, ha hecho hincapié en que se trata de un proyecto inclusivo porque "en la sociedad no sobra nadie", en el que también participan alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla.
"IMPORTA POR LA CANTIDAD DE BARRERAS QUE ESTÁ ROMPIENDO"
Además, ha explicado que en esta obra le interesa "presentar un conflicto para llegar a las contradicciones del ser humano", y que han dado la vuelta a la producción presentada en Mérida "para usar la arquitectura propia del teatro". Ha añadido que este proyecto "no importa por la cantidad de gente que hay, sino por la cantidad de barreras que está rompiendo".
En la rueda de prensa han estado presentes dos de los niños pertenecientes a las asociaciones de Plena Inclusión Andalucía, quienes participan en esta ópera junto a sus madres, las cuales han destacado que los menores "están superentregados y superemocionados" y han resaltado "cómo se preocupan de ellos y de tratarlos como personas que están haciendo un trabajo" y de que "actúen como uno más sin etiquetas".
El elenco de esta producción, con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) y el Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza dirigido por Ínigo Sampil, participan también el barítono Damián del Castillo, los bajos Alejandro López, Francisco Crespo y Andrés Merino, y los tenores José Ángel Florido y Manuel de Diego. El vestuario corre a cargo de Ana Garay, la iluminación es de Pedro Yagüe y Pedro Chamizo está al frente del diseño audiovisual.
