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Sevilla

Condenado a cárcel por intentar matar a su sobrino a perdigonazos

La Audiencia de Sevilla también condena a la mujer a dos años de prisión como cómplice de los hechos, ocurridos en Camas

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  • Audiencia de Sevilla. -

El tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un hombre a tres años y nueve meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y a seis meses por tenencia ilícita de armas, por intentar matar a su sobrino con una escopeta de perdigones en Camas (Sevilla), hechos por los que también condena a su mujer a dos años de cárcel como cómplice.

Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el juez le impone la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de la víctima y comunicarse con el mismo por cualquier medio durante cuatro años, y al pago, entre ambos, de 33.276 euros de indemnización, cantidad de la que ya han consignado 2.500 euros, y de las costas procesales.

El juez considera probado que el 22 de marzo de 2018, sobre las 22,45 horas, la víctima se encontraba en el interior del quiosco que regentaba en la localidad de Camas y su tío se personó con su mujer, previamente concertados, para acabar con su vida.

Para ello, el ya condenado se bajó de la furgoneta, mientras su mujer permanecía en la misma para proteger la acción de su marido, y "sin mediar palabra" realizó, a una distancia de unos dos metros, tres disparos con una escopeta de perdigones contra la víctima que, tras el segundo, se refugió en el quiosco.

Mientras esto sucedía, el juez considera probado que esta mujer le dijo a su marido "mátalo, mátalo" y, como consecuencia de estos hechos, el sobrino sufrió heridas por perdigones a corta distancia en hemitórax, axila izquierda, en los mulos, en la hemicara izquierda y en el abdomen, afectándole el intestino delgado.

También sufrió lesiones en los músculos aunque sin afectar a la arteria femoral ni a otros vasos o nervios de interés, sin embargo algunos de los perdigones se alojaron en la pared externa de ambos fémures.

Dichas heridas requirieron para su sanidad 50 días y les dejaron a la víctima secuelas estéticas por las distintas cicatrices causadas por estos perdigones, los cuales puedan emerger y salir espontáneamente en unos años, según el parte de lesiones.

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