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Jaén

La aceituna se está liquidando a precios de hace siete años

Asaja cree que la producción final estará por debajo del aforo porque la crisis de precios dejará mucha aceituna sin coger

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  • Nicolás Vico, Francisco Molina y Luis Carlos Valero, en el balance agroganadero de Asaja -

La crisis de precios del aceite de oliva, acentuada por el efecto de los aranceles de EEUU y el  nulo  impacyo que ha tenido hasta ahora el almacenamiento privado del aceite, han marcado el año agroganadero que ahora termina a juicio de la organización agraria Asaja. El secretario general  en Jaén, Francisco Molina, dijo ayer que en muchas zonas se está liquidando la aceituna a 0,30 euros/kilo, un precio similar al que  ya existía en 2012. La falta de rentabilidad en muchas explotaciones va a suponer que se quede mucha aceituna sin recoger, una situación que, a juicio de Molina, provocará que, casi con toda probabilidad no se cumpla el aforo elaborado por la Consejería de Agricultura, y que  en el caso de Jaén preveía 455.000 toneladas de aceite, un 31% inferior a la pasada campaña.

 La caída de los precios en origen del aceite ha marcado este 2019 que ahora termina, y que empezó con una gran cosecha, la que récord en producción en la 2018-2019.  “Aunque el esfuerzo del agricultor se ha visto recompensado en cuanto a la producción, éste ha visto infravalorada su actividad”, valoró ayer Francisco Molina en el tradicional balance agroganadero de Asaja-Jaén, acompañado del presidente, Nicolás Vico, y del gerente y portavoz, Luis Carlos Valero. Además de la cosecha récord de la pasada campaña, la aprobación de la IGP ‘Aceites de Jaén’ ha sido uno de los hitos más destacados del último año. No obstante, desde Asaja se admitió ayer la incertidumbre ante la negociación de la nueva PAC, y también por el impacto que en el olivar tradicional está teniendo ya el desarrollo de las nuevas plantaciones de olivar intensivo o las de almendros.

Francisco Molina defendió ayer la unidad del sector ante las nuevas movilizaciones que se preparan para principios de 2020 por la crisis de precios. Una crisis de la que apenas culpó a los productores por su gran atomización, y de la que, dijo, se hace precisa la “sensibilidad” de la Comisión Europea y del Gobierno de la nación. “No pedimos dinero, pero sí cambios legislativos para poder organizarnos; somos un sector maduro y pedimos que nos dejen organizarnos”, subrayó Molina, tras criticar que Bruselas aún no ha autorizado la autorrregulación del sector aceitero y tras recordar las dificultades que en el pasado tuvo el sector por las denuncias de Competencia. “Queremos una extensión de norma para la regulación de los mercados”, exclamó Molina.

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