El hombre que fue detenido el pasado miércoles por un homicidio frustrado en el municipio de Castilleja de la Cuesta (Sevilla), en el que intentó acabar con la vida de su pareja al prender fuego al domicilio en el que la misma se encontraba, ha tenido que ser ingresado en un hospital y, por el momento, no pasará a disposición judicial.
Según han informado a Europa Press desde la Guardia Civil, estaba previsto que este hombre fuera puesto ante el juez en esta misma jornada pero ha precisado ser ingresado en un hospital por motivos que no han trascendido.
Los hechos se produjeron en torno a las 16,45 horas del pasado miércoles en la calle Alejo Carpentier de la localidad después de que este hombre arrojara un producto inflamable a la casa y encerrara dentro a la mujer.
A su llegada, la Policía Local encontró a este hombre y a su víctima, tras lo cual ambos recibieron asistencia sanitaria, siendo posteriormente detenido el hombre, cuya investigación está llevando a cabo la Policía Judicial de la Guardia Civil.
Fue un vecino Jesús Ruiz, quien rescató a esta mujer y, según explicó a los periodistas, no pensó como actuar, sino que simplemente escuchó los gritos de su vecina pidiendo ayuda y saltó la tapia para acceder a la vivienda, donde incluso asegura que tuvo que apartar al marido que "atrancaba la puerta de la habitación incendiada para que ella no pudiera salir".
Ruiz explicó que se encontraba en el salón de la vivienda familiar aledaña cuando se escucharon los gritos y salió corriendo "sin pensar", mientras su hermana fue a avisar a la Policía, cuyas instalaciones están cercanas al inmueble. "Fue un segundo. Alguien necesitaba ayuda e intenté sacar a esa persona de ahí", señaló, tras mencionar que percibió al entrar en la vivienda olor a gasolina.
Según su relato, tras saltar la valla y abrir la puerta, subió por las escaleras de la vivienda hasta la habitación incendiada, cuya puerta estaba siendo "aguantada por el marido para evitar que ella saliera de la habitación".
"Le dije que qué hacía, que la iba a matar y él respondió que ella lo estaba volviendo loco y que la dejase ahí. Lo aparté y abrí la puerta de la habitación, que estaba llena de humo y se veía lo que parecía un brasero ardiendo, metí medio cuerpo, la agarré del brazo y la saqué", afirma, indicando que encontró a la mujer "muy mal", con el pelo y el chaleco "ardiendo".
De hecho, fuentes del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, en Bormujos (Sevilla), han indicado a Europa Press que la mujer estuvo en observación el miércoles, mientras se le realizaron diversas analíticas para comprobar su estado y por la posible inhalación de humo, aunque no presentaba quemaduras graves, por lo que fue dada de alta.