“La grave situación que estamos viviendo está sacando a la luz lo mejor de nuestra sociedad. Las muestras de generosidad y de solidaridad se suceden día tras día; el titánico esfuerzo que realizan los servicios sanitarios, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y todas aquellas personas que continúan trabajando para que a los demás no nos falte el suministro de los bienes y servicios más básicos queda muy por encima de sus obligaciones laborales.
Y en este ambiente la Iglesia no puede permanecer de perfil, Cristo jamás nos lo perdonaría. Por ello son muchísimas las acciones que cada día lleva a cabo la Iglesia en pos de paliar, en la medida de lo posible, las consecuencias de esta terrible pandemia.
Las hermandades y cofradías no podemos situarnos de perfil y debemos ser parte activa de esa acción caritativa que lleva a cabo la Iglesia de Cristo. Debemos cumplir con el mandamiento supremo que nos dejó el Señor ‘Amaos los unos a los otros como yo os he amado’. Pensamos que esa acción debe ser conjunta, como un solo corazón y por eso, para dar cumplimiento a ese mandamiento de amor, las cuatro hermandades de la Parroquia de San Francisco hemos decidido actuar al unísono pero en una doble dirección”.
Con esta emotiva carta, las hermandades de la parroquia se comprometen más que nunca a ayudar a los que más lo necesitan y, por otro lado, a “ayudar a aquellos que ayudan aun poniendo en riesgo su propia salud”, en alusión al personal sanitario. De ahí que hayan decidido que una parte de la donación se destine a Cáritas parroquial de San Francisco con productos de primera necesidad y la otra parte al personal sanitario mediante el envío de guantes y alcohol desinfectante. Así lo expresan las hermandades de las Tres Caídas, San Antonio, Dulce Nombre y Nuestra Señora del Rocío, que añaden que “es la hora de actuar y de hacerlo de manera coordinada. Como el Señor es uno, entendemos que nosotros también debemos ser uno”.