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Jaén

Temen una “catástrofe” comercial y hostelera

La bajada del consumo y el nivel de endeudamiento se han convertido en una “enfermedad mortal” para muchos empresarios

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En un comercio de alimentación de Martínez Molina.

En un bar de San Felipe.

 El consumo en los comercios de proximidad y en los establecimientos hosteleros de la capital ha bajado “de forma considerable”, con una “afluencia más reducida y un gasto medio menor”.

Tras meses de inactividad y una reapertura que aún padece los “miedos y recelos” por parte de la población jiennense, los comerciantes y hosteleros confirman que la situación es “muy mala” y temen una “catástrofe comercial”.

La ciudad recupera lentamente su vida, pero el verano es “una época mala para el comercio”, ante la despoblación por salidas vacacionales. “El crudo verano de Jaén nunca ha sido bueno para el comercio. Es una época mala porque bajan muchísimo las ventas. Las expectativas no son halagüeñas”, confiesa el presidente del Centro Comercial Abierto ‘Las Palmeras’, Francisco Gutiérrez.

Señala que los jiennenses se están comportando “de maravilla, dentro de sus posibilidades”, con el comercio de proximidad, pero “la situación económica de muchas familias dista mucho de tener una respuesta normal”.

Dice: “No hay recelo por la seguridad, garantizada en los negocios, sino por el palo económico que han recibido muchos jiennenses, que se nota en los comercios”. Y es que “se está consumiendo, pero no como antes”, con una afluencia “mucho menor”, que está originando una bajada de ventas “significativa”. Ésta depende de la línea de negocio.

En los comercios con productos de primera necesidad, la caída de ventas ha sido menor. Estiman una caída media de los ingresos del 50%, señalando negocios que están padeciendo una merma del 90% de las ventas. Los comercios de textil han perdido las ventas de primavera, las más fuertes. “Al cancelarse bodas, comuniones y bautizos, esa brecha de venta ha caído al 100% y ha repercutido en el comercio, que ya venía arrastrando una situación difícil”, dice Gutiérrez.

El presidente del Movimiento Empresarial MÜY, Francisco Marín, confirma que el comercio “está herido de muerte”, que desde el 11 de mayo han cerrado un 10% de los establecimientos. “Hemos puesto todos los medios posibles para anunciar la vuelta y la necesidad de ser ayudados, pero de poco han servido nuestros esfuerzos. La falta de ayudas ha hecho que nuestro nivel de endeudamiento sea una enfermedad mortal para muchos empresarios”, lamenta Marín.

De ahí que pida “ayuda inmediata a todos los órganos competentes, públicos y privados, para que pongan en marcha cualquier actuación que evite una catástrofe comercial para la ciudad”.

A la caída de las ventas se añade que han tenido que afrontar el coste de alquileres de locales al 100%, además de impuestos y pago a proveedores. “La situación es muy complicada”, coinciden.

No es mejor en la Hostelería, un sector esperanzado en que la recuperación “se note a partir del 21 de junio”, tras el estado de alarma. El presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo ‘Hostur-Jaén’, Antonio Lechuga, afirma que el verano es “malo para la Hostelería” y que este año aliviará la situación la celebración de comuniones a partir de los meses de julio y agosto.

Apunta que “los establecimientos sin terrazas lo están pasando mal y las tascas permanecen cerradas”. Explica que han abierto un 80% de establecimientos, pero que funciona “un 20%”, agradeciendo las facilidades del Ayuntamiento con los permisos de terrazas, que han permitido “paliar los meses de inactividad”. Mantiene que “alrededor de un 20% de establecimientos hosteleros tendrá que cerrar”.

El consumo ha bajado y el perfil del cliente ha cambiado. “Hay miedo y los jiennenses no están saliendo a consumir como antes. Sí lo están haciendo los jóvenes, pero el gasto es menor. No se ven familias con niños ni personas adultas y mayores en los bares”, lamenta Lechuga.

Los hosteleros miran ya a octubre, al último trimestre de 2020 para intentar recuperarse de un año “de pérdidas”. 

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