Me llegan muchos mensajes y fotos de pruebas de pacientes sobre el Covid 19 así que voy a intentar aclarar las diferentes pruebas de diagnóstico que existen y su utilidad, no vaya a ser que al final nos llevemos una sorpresa o no sepamos lo que estamos haciendo.
PCR: Es la prueba más conocida de las que se hacen para detectar el coronavirus y consiste en el famoso palito que te introducen hasta el fondo de la nariz y en la garganta, que puede ser muy doloroso. Debe su nombre a sus siglas en inglés reacción de cadena polimerasa y detecta el virus cuando está activo en tu cuerpo (en concreto su ARN que es su material genético), en las muestras respiratorias que se toman de la zona posterior de la faringe con un hisopo (palito con algodón). Se mezcla el hisopo con un líquido estéril (reactivo) que hace que las células se separen del algodón y se puedan ver. Si sale positivo nos confirma la existencia de una infección activa y que el individuo es capaz de contagiar a otros. La prueba tarda unas 24 o 48 horas, dependiendo de la cantidad de trabajo del laboratorio, ya que es un test que debe ser revisado por expertos. La fiabilidad es del 70%, se han descrito falsos negativos (2%-29%) pero nunca falsos positivos. Hasta que la PCR no salga negativa el paciente contagia, suele durar un par de semanas, pero hay casos graves que han durado meses. La PCR no mide la carga viral (cantidad del virus que tenemos) ni si tenemos anticuerpos. Resumiendo, digamos que es una foto fija para saber si en ese momento exacto tienes el virus o no en tu cuerpo.
TEST SEROLÓGICOS Y ANTICUERPOS: Después de la PCR es la prueba más conocida y utilizada. Se toma una muestra de sangre, ya sea por una punción en un dedo o con la extracción de un tubo de sangre del brazo, y en unos 15 minutos si es en el dedo o en 24-48 horas si es en el brazo, debemos tener los resultados. Con esta prueba sabemos si en las últimas semanas o meses el paciente ha estado en contacto con el virus porque detecta los anticuerpos que son las defensas de nuestro organismo cuando entra un agente extraño. Aunque no haya presentado síntomas de enfermedad. Interesan dos tipos: Inmunoglobulina M (Ig M) e Inmunoglobulina G (Ig G). La Ig M se detecta antes y desaparece también antes que la IgG. La Ig G aparece después y puede desaparecer o permanecer, incluso en ocasiones para siempre.
Esta prueba, sin duda, es buena pero no para diagnosticar un caso activo, sino para saber si has pasado el Covid. Así podría ocurrir que saliera negativo aun estando contagiados porque todavía no se han desarrollado los anticuerpos en nuestro organismo.
La interpretación sería la siguiente:
-PCR negativo, Ig M negativo, Ig G negativo (resultado negativo).
-PCR positivo, Ig M negativo, Ig G negativo (infección en comienzo).
-PCR positivo, Ig M positivo, Ig G negativo (fase aguda).
-PCR positivo, Ig M positivo, Ig G positivo (fase aguda pero más evolucionada que la anterior).
-PCR positivo, Ig M negativo, Ig G positivo (finalizando la infección).
-PCR negativo, Ig M positivo, Ig G negativo (fase temprana de la infección con posible falso negativo, PCR de confirmación).
-PCR negativo, Ig M negativo, Ig G positivo (infección pasada).
-PCR negativo, Ig M positivo, Ig G positivo (enfermedad en evolución, PCR de confirmación).
TEST RÁPIDOS: Son test que buscan trozos de ARN del coronavirus, es decir de su material genético. Por lo tanto, sirven para detectar infección activa y no aquellos pacientes que ya hayan pasado la enfermedad. También se realizan con pruebas a través de la nariz o la boca y se diferencian de la PCR en que el tiempo que tardan es de unos 15 minutos, valen mucho menos (unos cuatro euros) y alivian el trabajo de los laboratorios. Se aconsejan que sean test de laboratorios especializados y certificados y que la prueba se haga en los tres primeros días del inicio de los síntomas puesto que pierden eficacia en los nueve días posteriores.