Arcos es uno de los municipios gaditanos que ha logrado reabrir sus fronteras ante la importante caída de los casos de Covid-19. La medida ya se encuentra en vigor después de que la Consejería de Salud y Familias adelantara incluso en un día el fin de la restricción. La vigencia de este nuevo escenario es de siete días. Ello posibilita ya la movilidad de la población, que podrá salir del término municipal y, al mismo tiempo, recibir visitas, algo que agradecerán particularmente los establecimientos hoteleros, que se han visto desprovistos de clientes durante semanas.
El Comité Territorial de Alerta de Salud Pública de Alto Impacto de la provincia de Cádiz se reunía el pasado jueves vía telemática con la presidencia de la delegada territorial, Isabel Paredes, para analizar los datos de incidencia acumulada, que en el caso de Arcos de la Frontera es de 353,7 casos por 100.000 habitantes. Sin embargo, el número de personas fallecidas ha aumentado ligeramente para situarse tristemente en 37 desde marzo pasado. La ciudad registra 13 nuevos contagios en siete días y 109 en la quincena.
Por otra parte, la Consejería de Salud y Familias de la Junta ha informado al Ayuntamiento de Arcos que se procederá a la vacunación en la ciudad a mayores de 80 años este sábado, en el pabellón municipal de Deportes, de 9.30 a 18.00 horas. Los usuarios y usuarias están siendo citados por el SAS.
Las personas que no se puedan desplazar al pabellón por problemas de movilidad serán vacunadas en sus domicilios cuando el SAS lo disponga.
Tanto desde el Ayuntamiento como desde la Consejería de Salud se ruega a la población que se mantenga el máximo respeto a las normas para seguir evitando la propagación del Covid-19.
La elevada incidencia de otras localidades no permite su apertura, caso de Alcalá del Valle, Algeciras, Barbate, Benalup-Casas Viejas, Benaocaz, Bornos, Cádiz, Castellar de la Frontera, Chiclana de la Frontera, Conil, El Gastor, Medina Sidonia, Rota, San Fernando y Vejer, que sufren una incidencia de entre 500 y 1.000 casos por 100.000 habitantes. En peor situación se encuentran Grazalema, Olvera y Puerto Serrano al sufrir una tasa de más de 1.000 puntos, con lo cual no solo se encuentran clausurados, sino que además mantienen cerrada su actividad considerada no esencial.
