La Comisión Local de Patrimonio Histórico ha dictaminado favorablemente la propuesta de protección de los nombres tradicionales de las calles y plazas del conjunto histórico de Jerez, “al considerar la denominación histórica del conjunto de calles y plazas del centro histórico, lo que se conoce como nomenclator, como parte indisociable de esta zona de la ciudad, y que por tanto, que debe ser digno de protección integral, al igual que todos aquellos elementos materiales e inmateriales que forman parte del patrimonio cultural de Jerez”, en palabras del teniente de alcaldesa de Urbanismo, José Antonio Díaz. En la Comisión, se ha acordado, además, añadir a la protección de los rótulos históricos de calles y plazas.
Los nombres de las calles, además de su función de ordenar las ciudades e identificar lugares, forman parte integrante de la cultura histórica de un pueblo, es decir, constituyen recursos a través de los cuales los ciudadanos conocen, interpretan y utilizan su historia. “Es decir, son verdaderos mapas de la identidad por su contenido simbólico y fomentan la conciencia común de una ciudad”, ha señalado Díaz.
Según se explica en la propuesta dictaminada favorablemente por la Comisión, “el nomenclátor de una ciudad es mucho más que un conjunto de placas que orienta geográficamente a los ciudadanos. Constituye, por encima de ello, un mapa y una red simbólica que permite conocer el alma de la comunidad y es uno de los espacios simbólicos donde la comunidad define su identidad, por lo que forma parte de pleno derecho del patrimonio cultural de la ciudad”.
Evitar la desaparición de nombres históricos de calles
Llevando esta definición al plano local, Jerez ha ido atesorando “un amplio y diverso nomenclátor urbano que debemos proteger, al igual que venimos haciendo con todos aquellos elementos materiales e inmateriales que forman parte del patrimonio cultural y sentimental de la ciudad”, ha señalado el teniente de alcaldesa; “y todo ello se plantea llevar a cabo blindando los cambios que a veces se proponeny que podrían suponer la desaparición de nombres históricos de calles y plazas y su sustitución por otros que no responden sino a modas, creencias o ideologías coyunturales y a menudo pasajeras”.
Por último, cabe reseñar que la propuesta hace alusión a la existencia de obras de referencia sobre el devenir histórico del nomenclátor del centro histórico de Jerez, que contienen información detallada de muchas calles asociando su nombre a hechos relevantes de nuestra historia, a actividades artesanales organizadas por gremios, o a anécdotas y curiosidades.
