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Jerez

El Viernes Santo abre la puerta a un nuevo tiempo de esperanza

Jerez despide la segunda Semana Santa sin cofradías pensando ya en el inicio de una nueva cuenta atrás

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El Cristo en San Telmo

La del Viernes Santo es una jornada impregnada de nostalgia por la pérdida de aquello que se escapa entre las manos. Sin embargo, al igual que ocurrió el año pasado, esta despedida lleva implícita también el final de una suerte de pesadilla de vísperas eternas.

Fue por tanto una jornada de cierto alivio la que se vivió en el interior de los templos, que durante todo el día recibieron la visita de miles de jerezanos.

La mañana del Viernes Santo dejó un momento para la historia en el patio de San Juan de Letrán, cuando Nuestro Padre Jesús Nazareno se asomó al exterior de su capilla para bendecir a Jerez. Fue un acto de carácter íntimo celebrado a primera hora de la mañana como alternativa a la estación de penitencia.

El Santo Crucifijo de la Salud, La Buena Muerte y La Misión también programaron actos a primera hora de la mañana en el interior de sus respectivos templos, unos cultos celebrados a puerta cerrada y reservados a los propios hermanos.

La Hermandad de las Viñas mostró al Cristo de la Exaltación y a María Santísima de la Concepción en su parroquia, una ceremonia de veneración que se ha prolongado durante toda la semana y a la que han acudido miles de personas.

La Hermandad de Loreto celebró por la tarde un acto reservado a sus hermanos en el interior de la parroquia de San Pedro, que a continuación abriría sus puertas a fieles y devotos en general.

El Cristo de la Expiración y María Santísima del Valle se unieron en un histórico calvario en el centro de la ermita de San Telmo. A lo largo del día se sucedieron las saetas y las oraciones de todo tipo. El crucificado se mostró sobre una cruz arbórea desprovista de vela, mientras que la dolorosa lució un terno de terciopelo negro bordado.

La Virgen de la Soledad se presentó a fieles y devotos en el centro de la iglesia de la Victoria, a ras de suelo y precedida por una nutrida candelería. Detrás se encontraba el Sagrado Descendimiento, acompañado de todo el grupo escultórico que realizara Luis Ortega Bru.

En la capilla del Calvario, la Virgen de la Piedad se mostró junto a San Juan Evangelista y María Magdalena. Detrás se encontraba Cristo Yacente, que parecía estar siendo amortajado por el resto de las imágenes que forman el Duelo.

Jerez despide la segunda Semana Santa sin cofradías en la calle. Han quedado muchas estampas y vivencias para el recuerdo, pero sin duda alguna lo mejor es que el final da paso al inicio de una nueva cuenta atrás hacia el Domingo de Ramos.

Faltan 373 días y hay tiempo suficiente para alimentar la esperanza de una vuelta a la normalidad.

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