La mujer de 46 años que quedó tetrapléjica tras tirarse por una ventana huyendo de su pareja sentimental que la amenazaba de muerte ha asegurado al tribunal que se tiró para salvar su vida porque parecía que el agresor "tenía el demonio dentro, no parecía él".
En el juicio, que ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Málaga, la mujer ha decidido no estar protegida por una mampara y, pese a que ha estado a menos de un metro de distancia del acusado, ha declarado con firmeza y al salir de la sala lo ha mirado fijamente cuando la llevaban en silla de ruedas.
La mujer ha explicado que se conocían desde pequeños, que sabía que había tenido problemas de violencia con otras mujeres pero que con ella nunca había sido violento excepto ese día.
Ha asegurado que la agredió, insultó y amenazó con un cuchillo y que no podía salir de la vivienda debido a que estaba cerrada con llave, por lo que no vio "otra salida" que tirarse por la ventana.
El intento de homicidio se produjo sobre las 10:30 horas del 2 de noviembre de 2018 cuando el procesado estaba en el domicilio que compartía con su pareja sentimental, de 46 años, en la localidad malagueña de Marbella.
Según el fiscal, en un determinado momento se dirigió a ella y la golpeó e insultó, al tiempo que le puso un cuchillo cerca del cuerpo advirtiéndole de que la iba a matar.
Los hechos sucedieron en noviembre de 2018. El acusado ha explicado que encontró a la mujer de madrugada, tirada en el suelo y le dijo que su novio le había pegado, por eso le ofreció que subiera a su casa; apuntando que durante esa noche consumieron droga juntos; pero ha insistido en que no la insultó ni amenazó con un cuchillo, y tampoco le pegó un puñetazo; "no hubo ni discusión", ha declarado el hombre.
El procesado ha negado todos los hechos, ha desmentido que tuvieran una relación sentimental y ha asegurado que el día antes de que se tirara por la ventana le ofreció su casa porque ella había discutido con su novio y "estaba triste".
Ha explicado en que en aquella época él tenía muchos problemas con las drogas y que los dos consumieron juntos, que ella le contó que le había pegado su novio y que se enteró de que se había tirado al vacío cuando llegó la Policía.
"Si llego a saber que se va a tirar por la ventana intento que no se tire, no la dejo", ha asegurado el acusado, mientras que la mujer ha declarado que lo hizo porque sintió "mucho miedo", que el hombre no le había pegado antes, pero ese día la amenazó de muerte y con un cuchillo, la insultó y le dio un puñetazo que la dejó semi inconsciente. Cuando volvió en sí "no vi otra salida y me tiré, no vi otra solución", ya que pensaba que la iba a matar.
Ha coincidido en que se lo encontró en la calle, que le dijo que se fuera a su casa, apuntando que él salió y cuando volvió "me cerró la puerta y no me dejaba salir", ha dicho, apuntando que daba "voces, diciendo que yo tenía su cartera". "Esa noche no era él, tenía el demonio dentro", ha asegurado la mujer, quien ha reiterado que entró "en pánico".
La víctima ha asegurado que mantuvo con el acusado una relación durante un año, llegando a vivir juntos ese tiempo; y ha negado que en el momento de los hechos ella consumiera droga, ya que lo había dejado hacía meses, apuntando que ella "jamás" hubiera querido tirarse. Esto ha sido corroborado por su hermana, al igual que el hecho de que había dejado de consumir droga hacía tiempo.
Durante la vista oral también han declarado dos vecinas que han asegurado que era frecuente y continuas las peleas en esa vivienda y que el día de los hechos escucharon como discutieron, pero que no llamaron a la Policía porque era habitual en esa casa.
El fiscal y la acusación particular han mantenido sus escritos acusatorios y han pedido que el acusado, de 55 años, sea condenado por un delito de homicidio en grado de tentativa con dos agravantes, parentesco y actuación por razones de género.
La acusación pública pide que sea condenado a diez años de prisión y que indemnicen a su pareja con 498.723 euros por las lesiones sufridas y los daños morales complementarios, petición que eleva la acusación particular a los 700.000 euros.
El ministerio público también pide que al acusado se le prohíba durante 16 años aproximarse a la víctima, a su domicilio, a su lugar de trabajo o a cualquier lugar en el que se encuentre a una distancia inferior a 500 metros así como comunicar con ella por cualquier medio durante el mismo tiempo.
Como consecuencia de la caída la mujer ha sufrido lesiones que han precisado 240 días de curación o estabilización, además de secuelas psicofísicas que han sido valoradas en 115 puntos y perjuicio estético calificado de importantísimo valorado en cincuenta puntos.