LOLA nació hace cuatro años con un único objetivo: que la gente disfrutara de una copa de vino sin normas preestablecidas ni encorsetamientos. Y lo consiguió, llegando a consumidores que lo mismo bebían este vino rosado en un vaso ancho con hielo, lo tomaban por la noche en chupitos o lo maridaban con una pizza.
Ahora, coincidiendo con el lanzamiento de la añada 2020, ha estrenado imagen, con un diseño realizado por la agencia de publicidad gaditana El Gatonauta, renovando el estilo pero manteniendo toda su esencia. LOLA es fruto del acuerdo de colaboración entre Delgado Zuleta y Bodegas Aragonesas, encuadrado dentro del plan de diversificación emprendido hace varios años por la compañía sanluqueña.
Se trata de un proyecto “de corazón aragonés, pero de alma andaluza”, explica José Antonio Sánchez Pazo, enólogo de la bodega. “Es un vino que proviene de viñedos de la D.O. Campo de Borja, concebido desde nuestra perspectiva, que no es otra que la de ofrecer al mercado algo alternativo, fresco y transgresor”, cuenta Sánchez Pazo.
A este LOLA rosado se unió un año más tarde LOLA blanco semidulce, también acogido a la D.O. Campo de Borja. Pero su apariencia informal no le resta un ápice de calidad. Se trata de un rosado de garnacha 100%, de viñedos ubicados en parcelas de más de 30 años de antigüedad y con una altitud por encima de los 600 metros.
Se vendimia exclusivamente de noche para obtener un vino de color rosa palo con atractivas tonalidades salmón. Sus aromas son sutiles y delicados de alta intensidad, que recuerdan a frutas frescas tropicales combinadas con un elegante aroma de pétalos de rosa. En boca, destaca su volumen y recuerdo a fruta roja, sutil, armonioso, fresco y con una agradable sensación sedosa y persistente al final.