El tiempo en: Chipiona

Provincia de Cádiz

Una ruta de naturaleza y cultura a partes iguales

El sendero de la Calzada Romana, enclavado en el Parque Natural Sierra de Grazalema, une los municipios de Benaocaz y Ubrique

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Andaluc�a Informaci�n
  • Calzada Romana. -

El sendero de la Calzada Romana conjuga naturaleza y cultura como ningún otro. Por un lado, la diversidad florística y faunística que nos ofrece su entorno, enclavado en el Parque Natural Sierra de Grazalema. Por otro lado, un pedacito del patrimonio cultural romano-medieval que los antiguos pobladores de este territorio nos legaron.

Las calzadas fueron vías construidas por Roma para la vertebración de su imperio, sentando así las bases de las redes actuales de comunicaciones.

Esta en concreto, con una anchura media de 2,5 metros y jalonada por puentes, cunetas y aliviaderos y con algunos tramos bien conservados, forma parte de la calzada principal que desde la localidad romana de Carteia, la actual San Roque, uniría las principales poblaciones ibero-romanas de la sierra: Iptuci en Prado del Rey, Ocuri y Vsaepo en Ubrique, Lacibula en Grazalema y Acnipu y Arunda en Ronda.

Durante la época nazarí y la Baja Edad Media, la antigua calzada unía los núcleos de población de Ubrique Alto, la desaparecida Archite y Benaocaz. Por este camino de piedra que conecta la sierra con las costas gaditanas y malagueñas viajaron hombres e ideas, ejércitos, mercancías e ingenios.

Comenzamos la ruta en el municipio de Benaocaz, desde donde iremos descendiendo rodeados por las formaciones kársticas tan características de los paisajes calizos como los de la Sierra de Cádiz. Al fondo, las imponentes Sierra Alta y Sierra de Ubrique, tapizadas de bosques mediterráneos de encina y quejigo. A nuestro alrededor, un interesante acebuchal, refugio para multitud de aves, residentes y migratorias, que reponen energía consumiendo acebuchina.

Desde el Salto de la Mora, la ciudad romana de Ocuri, del siglo II a.C., se asoma al sendero, rodeado por una formidable muralla y con importantes infraestructuras como depósitos de agua, conducciones y termas. Sobre nosotros, surcando los cielos, cientos de buitres levantan el vuelo sobre este paisaje imponente y nos acompañarán hasta llegar a la población de Ubrique. La parte final se adentra en un encinar con algunas explotaciones ganaderas.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN