El Desafío Doñana, Triatlón que organiza la Consejería de Educación y Deporte a través de la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y el Deporte de Andalucía en Sanlúcar de Barrameda, y que cuenta con el apoyo técnico de la Federación Andaluza de Triatlón, modifica en esta nueva edición las distancias en algunos de los segmentos de la prueba, lo que es una de las novedades frente a años anteriores, pasando a ser considerada de media distancia.
En la prueba ciclista la distancia pasa a ser de 80 kilómetros; en natación aumenta hasta 1,4; y el segmento de carrera a pie disminuye su recorrido, pasando de 30 a 20. en esta edición. La principal característica del Desafío Doñana es el cambio en el orden de las disciplinas respecto a un triatlón normal, lo que hace que se comience con el segmento ciclista en una salida en pelotón y con drafting permitido. Este año el recorrido ciclista tendrá una distancia de 80 kilómetros, frente a los 100 de las últimas ediciones, pero tiene algunas dificultades orográficas que lo hacen más duro que en años anteriores. La menor distancia puede hacer que los ciclistas asuman más riesgos de desgaste físico. Es una prueba accesible para cualquier participante que quiera iniciarse en la media distancia de este deporte. El recorrido es netamente llano desde Sanlúcar a Trebujena, y el desgaste en esta parte vendrá influenciado por la climatología, así como la propia competitividad de los participantes, que pueden endurecer la prueba. En Trebujena la subida de 2 kilómetros al Calvario con rampas hasta del 13% en algunos puntos, la bajada rápida, estrecha y sinuosa entre las viñas, más la ascensión a Mesas de Asta con pendiente media de 5% pueden ocasionar que los especialistas en el ciclismo rompan la carrera y lleguen grupos reducidos a la T1. A esto hay que añadir que competir en Cádiz es sinónimo de viento, factor que puede ser determinante para endurecer aún más la competición. La prueba comenzará en la Avenida de Bajo de Guía este sábado pasadas las 10.00 horas. Durante la salida neutralizada, el pelotón rodará durante varios kilómetros por la localidad. Una vez dada la salida oficial se completarán 80 kilómetros en bicicleta, pasando por Trebujena, la pedanía de Mesas de Asta, y regreso a Trebujena en dirección a Sanlúcar de Barrameda para realizar la transición al segmento de natación.
Los participantes deberán nadar 1,4 kilómetros y atravesar el Río Guadalquivir hasta la Punta de Malandar, en el Parque Nacional de Doñana. La desembocadura del Guadalquivir presenta una curiosa mezcla de mareas de agua dulce y salada, que lo hacen muy característico y espectacular para la práctica deportiva. A pesar de que la poca distancia hace parecer este segmento como el más asequible de la prueba, puede resultar el más complicado dependiendo de las mareas. No obstante, si bien en algunas ediciones, el paso de natación se ha realizado como en una piscina, en otros casos, las corrientes del Guadalquivir han jugado malas pasadas. Este año la natación se realiza de forma diferente a años anteriores. Con la nueva ubicación de la Transición 1 y para mejorar el nado a favor de la corriente, la Transición 2 estará dispuesta a 1kilómetro de la zona de meta, río abajo entre los dos bunkers abandonados, y 6 boyas señalizarán el recorrido del nado. La temperatura media del agua en estas fechas se sitúa entre los 19,5 y 22 grados.
La verdadera singularidad de la prueba, sin duda, es la carrera a pie, que discurre íntegramente por la playa virgen del Parque Nacional Doñana, la mayor reserva ecológica de Europa y Patrimonio de la Humanidad desde 1994, y de donde deriva el nombre de la prueba. Supone la parte más dura del evento. Los triatletas se enfrentan a una línea recta de playa de 10, sin ningún tipo de edificación o elemento urbano, sólo dunas de arena y vegetación, por un lado, y la inmensidad del océano por otro. Es por tanto fundamental la resistencia mental además de la física, teniendo en cuenta que hay que hacer el mismo recorrido de vuelta para completar los 20 de este segmento. La meta está localizada en la misma playa de Punta de Malandar.
Mayor protección a los participantes
Además, debido a las excepcionales circunstancias que todavía estamos atravesando y para dotar de una mayor seguridad y protección a los deportistas que participarán en la prueba, se ha limitado el número de inscripciones en el Desafío Doñana a un máximo de 250 triatletas. Se mantendrá una distancia de 1,5 metros en situaciones no deportivas, para deportistas, técnicos, árbitros, espectadores y personal de apoyo. Una de las medidas que la organización ha tomado es la obligatoriedaddel uso de mascarilla en los deportistas antes y tras la competición. Los triatletas saldrán con mascarillas puestas, pudiendo quitárselas una vez comience la prueba.
Este año no habrá Mini Desafío por motivos de seguridad.