Con la ayuda del esfuerzo colectivo, de la solidaridad, de la concienciación y sobre todo con mucha fe, lograremos superar esta pandemia. Precisamente ahora estamos en tiempos de fe y me vienen a la memoria dos buenos ejemplos.
Uno es Bryan Gil, que ha puesto a Barbate de moda por su llamada a la selección española con tan solo 20 años. Siendo el primer jugador del Éibar que acude a la convocatoria de la absoluta y el jugador número 20 de la provincia de Cádiz, ahí es nada. Me da escalofríos cuando oigo Barbate en La Liga y sale Bryan enarbolando con su imagen esa bandera de la inocencia y la constancia. Sus orígenes son humildes, parece la historia ideal para contar. Padres trabajadores que luchan como muchos por sacar su familia adelante, trabajando cuando se puede y de lo que sea. Su abuelo materno se encargaba muchas veces de llevarlo al entrenamiento y esperarlo, viendo con orgullo a sus nietos Bryan y luego Sergio.
Bryan se fue con 9 años a Sevilla en viajes de ida y vuelta queriendo y creyendo para ser futbolista. Sin dinero apenas la familia para gasolina, pero convencidos que el esfuerzo merecerá la pena. Eso es tener fe y aunque el camino no fue fácil y mucha infancia se la tragó Sevilla lejos de su familia, el objetivo se ha cumplido con creces y hoy pueden estar disfrutando lo que antes soñaron. Ahora entenderán por qué esas lágrimas cuando le dan la noticia de su llamada por la roja. Sí amigo, te mereces todo lo bueno que te pase y sé que te queda mucho por disfrutar y hacernos disfrutar.
El otro es Manu, un niño que ya se hizo hombre sin avisar con 18 años. Emotivo su vídeo y una lección de superación. "Vivo en Alhaurín de la Torre, pero soy de Barbate", eso dice mientras cierra con fuerza la mano y grita orgulloso: "BARBATEÑO". Eso solo, ya merece un reconocimiento de tu pueblo. Que sepas que tus paisanos también estamos orgullosos de ti, como tú de tus orígenes. Atleta desde los 11 años, entrenando siempre con ganas y con la fe de lograr sus victorias. El Síndrome de Down no ha sido el obstáculo, sino el impulso para superar las adversidades. Con la fe de él y de sus padres. De casta le viene al galgo, porque su padre Manuel también corría y bien. La superación quedó demostrada con sus logros que muestra en su casa. Fito y Fitipaldis es su grupo musical favorito y Fito debe sentirse en el paraíso presidiendo una habitación repleta de medallas y copas porque agárrense que su curriculum es de vértigo: 2 veces campeón del circuito provincial de carreras populares, 5 veces campeón de Andalucía, trofeo al mejor atleta andaluz de su categoría, 3 subcampeonatos y 3 terceros puestos, 5 veces subcampeón de España y 3 terceros puestos, todo ello en las pruebas de 100 y 200 metros lisos, lanzamiento de peso, salto de longitud y carreras de campo a través. Su lema se queda casi pequeño ya: "SIN LÍMITES". Un ejemplo de fe y apoyo familiar.
Así que ya saben, si tienen un sueño y le apoyan, no lo dude, crea en ese sueño y luche por él, porque los sueños a veces se cumplen, por difíciles que parezcan.