El concierto del grupo musical Delaporte ponía anoche el colofón al festival Atardeceres en la Frontera, que se ha venido desarrollando en la Fortaleza de la Mota desde el pasado 24 de junio. La iniciativa surgió
con un concepto “boutique, un formato reducido para 400 personas donde la música, los artistas y bandas, llenan de música y vida un espacio singular e íntimo. Con todo ello continuamos con nuestra apuesta de crear de nuestros atardeceres un producto turístico señero de nuestra zona”, según explicó en su día el concejal de Cultura, Juanma Marchal.
El ciclo de tres conciertos lo abrió Anni B Sweet el pasado 24 de junio, continuando con TéCanela. La propuesta ha aunado música, patrimonio, naturaleza, gastronomía y calidad, comenzando
al atardecer, para sumirse en plena noche, en cuya oscuridad puede disfrutarse de la calidad de nuestro cielo nocturno, reserva Starlight”, destacó el concejal.
También la gastronomía ha sido protagonista del ciclo, con degustación en mesa de productos locales. Se ha mantenido el formato de conciertos con silla y mesa, porque
“con este formato boutique buscamos la comodidad del público, que cada concierto se convierta en una experiencia donde pueda disfrutar de todo lo anterior: cultura, patrimonio, naturaleza y gastronomía”.
El conjunto que ha cerrado el festival, Delaporte, es un proyecto italo-español de música electrónica, con sede en Madrid, creado por Sandra Delaporte y Sergio Salvi. Atmósferas creativas, beats, una estética muy cuidada, un carácter único y la delicada voz de Sandra son algunos de los elementos que dan personalidad a este grupo y que lo hacen diferente. Delaporte se ha hecho un sitio en la escena de la música electrónica de España, gracias a su talento y originalidad, siendo un habitual de los festivales españoles (este año en EnÓrbita, Tomavistas, Low, Cooltural, etc).