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Alcalá la Real

El vino ecológico de Marcelino Serrano llega a Centroeuropa a través de Crowdfarming

La plataforma permite la ampliación del mercado para esta empresa, que está vendiendo desde el año pasado su vino a clientes de Alemania, Bélgica y Luxemburgo

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  • Blanca Serrano junto a su padre, Marcelino Serrano.

Los nuevos tiempos exigen nuevos conceptos de comercialización que aprovechen la globalización para ganar nuevos mercados y hacer llegar los productos más lejos. Así lo ha entendido la empresa alcalaína Viñedos y Bodega Marcelino Serrano, que desde el pasado año trabaja con la plataforma Crowdfarming para hacer llegar su vino ecológico a Centroeuropa. “Estamos muy satisfechos”, señala Blanca Serrano, gerente de la empresa vinícola, “es una manera abrir nuestro mercado y darnos a conocer en otros países. Hasta ahora hemos enviado ya unas 200 cajas de vino a países como Alemania, Luxemburgo o Bélgica”. Se exige un protocolo estricto, en cuanto a etiquetado, embalaje, etc., pero Crowdfarming facilita mucho el proceso, ya que se encarga de la recogida del vino y de hacerlo llegar al cliente final, que lo recibe dos días después en su domicilio.

Próximamente, la empresa alcalaína, a través de esta plataforma, permitirá también la posibilidad de adoptar cepas de uva, recibiendo el cliente la cosecha en su domicilio en forma de vino tinto joven ecológico. Una posibilidad a la que ya se ha adherido alguna otra empresa de Alcalá la Real y que aporta un nuevo concepto en el que el cliente establece un vínculo directo con el productor y con la tierra. Las vides de las variedades graciano, merlot y syrah que cultiva Marcelino Serrano están adaptadas al clima seco y continentalizado de Jaén, y a suelos pobres, arenosos, francos, sueltos, profundos, cascajosos, calizos y poco arcillosos. “Trabajamos con estas variedades tras probar durante más de 25 años con más de 30 variedades diferentes; estas han sido las mejor adaptadas a nuestra finca, y las que nos ofrecieron un mejor resultado para el tipo de vino que queremos producir”, explica Blanca Serrano.


El producto que recibe el cliente es un vino joven, monovarietal, 100% de variedad de uva graciano, y vendimiado a mano en su momento óptimo de maduración, con fermentación y maceración que mantiene las pieles y las pepitas, a temperatura controlada de 24 grados; el descube se realiza antes de finalizar la fermentación, para un posterior prensado suave en prensa neumática y termina su fermentación en depósito de acero inoxidable. Un vino que gana en suavidad y matices aromáticos en los tres años siguientes a su producción.

Las ventajas de este sistema son múltiples. El cliente conoce quién, cómo y dónde se producen los alimentos que adquiere, los cuales compra de forma consciente, directa y consecuente. La eliminación de intermediarios facilita al productor obtener mejores precios y esto ayuda a generar mejores trabajos y condiciones sociales en el entorno rural. Además, cuando se adopta algo se está permitiendo al productor que se asegure la venta a un precio cerrado y producir bajo demanda. Así se consigue, también, evitar el desperdicio de comida que se cultiva sin que tenga venta. Por tanto, un sistema ideal para apoyar a los productores que se esfuerzan por un embalaje y unas prácticas de cultivo que respetan el medio ambiente.

 

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