Conocer hasta qué punto el mensaje de la dictadura de Francisco Franco caló entre la población civil ha sido el objetivo de una investigación que ahonda, a través de las cartas dirigidas a este general, en las huellas de la guerra civil en la vida cotidiana.
Bajo el título 'Queridísimo caudillo... Victoria, miseria material y corrupción moral: las cartas de los españoles a Franco, 1936-1952', los investigadores Óscar Rodríguez (Universidad de Almería) y Gloria Román (Universidad de Granada) han navegado durante meses entre las cartas que civiles escribieron al dictador y que se conservan en el Archivo de Palacio.
A través de su análisis, han indagado sobre la relación que la gente de a pie tenía con el dictador Francisco Franco.
La intención de Rodríguez y Román ha sido acercar el debate sobre la capacidad de las dictaduras para generar espacios de consentimiento al conjunto de la población.
Según han explicado, más allá de consideraciones morales, las dictaduras no se mantienen únicamente por la fuerza, investigar cómo consiguen aquiescencia social es un elemento de importancia capital.
Al igual que en otros contextos dictatoriales, en la Italia de Mussolini o la Alemania de Hitler, la dictadura española "construyó una imagen mítica del dictador".
Según ha informado este miércoles la UAL, el trabajo 'Queridísimo caudillo...' ha investigado de qué manera los españoles percibían al dictador y qué aspectos de su vida cotidiana les preocupaban sobremanera.
A través de estas cartas, han comprobado la huella de la guerra civil sobre la vida cotidiana de la gente corriente hasta el fin del racionamiento, en los años de la dura autarquía, al analizar "las continuidades en lo cotidiano entre la guerra y la posguerra".
Una continuidad que, aseguran, se podría resumir en el concepto de victoria y que se alargaría casi una década, más que otras posguerras.
Miseria material y corrupción moral
Para analizar este fenómeno, han atendido dos aspectos: la miseria material, estudiando la situación de desposesión material y cómo incidió en la población civil; y la corrupción moral, atendiendo a la peculiar manera de solventar los problemas de la vida pública en el contexto de la posguerra.
El trabajo refleja que estos dos aspectos fueron los que más impactaron en el día a día de la gente de a pie durante el periodo 1936-1952.
Además, sostiene que las experiencias de hambre y miseria moral que se vivieron durante la contienda persistieron tras abril de 1939 y defiende que estas vivencias afectaron a personas de toda ideología y condición.