UD Almería y Villarreal empataron 1-1 en un partido intenso y de dominio alterno en el que a los dos equipos les faltó acierto en los metros finales.
De todas formas, fue mejor el conjunto almeriense, que sufrió, como es obvio, a raíz de la expulsión de Pellerano en el minuto 61.
Fue el conjunto castellonense el que comenzó a tener el balón e, incluso, a firmar las primeras ocasiones, con una clara en el minuto 17 que acabó con disparo de Trigueros que fue despejado a córner.
A partir de ese momento, el juego se movió según el criterio rojiblanco, que comenzó a tener llegadas al área castellonense, con Jonathan como protagonista.
El de Burkina Faso lo intentó de lejos en el 19 y en el 25 protagonizó una acción que acabó con Mellberg sacando el balón casi desde dentro. Antes, Soriano trató de aprovechar un córner lanzado por Verza, pero el remate del maño se marchó fuera.
Mandó entonces el cuadro de Julio Velázquez, con más presencia en el centro del campo, pero sin tener la consistencia necesaria para controlar el partido y meter a los rojiblancos en su área.
Aunque Trigueros pudo marcar en el 37, con un disparo desde la frontal, el que tuvo el gol fue Soriano en el 44, a la salida de un córner que se estrelló en el larguero, justo antes del descanso.
En la reanudación, el Almería salió enchufado y una jugada de Christian, por la izquierda, acabó con centro al segundo palo que remató Soriano, un defensor la puso en el palo y el rechace lo encajó Corona en la meta de Juan Carlos.
El Villarreal acusó el golpe, pero por minutos. Marco Senna se hizo dueño del balón. Una acción por la izquierda acabó con derribo de Pelleano y expulsión.
Sin embargo, no hizo más daño la expulsión que lo que supuso la falta. Senna la lanzó, Esteban no despejó bien y Mellberg puso las tablas.
A partir de ese momento, el duelo siguió siendo intenso, pero con el campo 'volcado' para los amarillos. Aún así, en el 68, Christian pudo marcar en un centro que cabeceó el cántabro sin fortuna. El acoso visitante no dio para variar unas tablas que no dejan satisfecho a ninguno de los dos.