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En román paladino

Pegasus: cambio de guión

El giro de los acontecimientos es hoy total. Pegasus es un cáncer incontrolable. ¿Quién está detrás?

Publicado: 03/05/2022 ·
09:55
· Actualizado: 03/05/2022 · 09:55
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  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. -
Autor

Rafael Román

Rafael Román es profesor universitario, miembro del PSOE, exconsejero de Cultura y expresidente de la Diputación de Cádiz

En román paladino

El autor aborda en su espacio todos los aspectos de la actualidad política tanto de España, Andalucía y la provincia de Cádiz.

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Los independentistas se ahogaban entre las luchas internas y el descrédito de sobre sus propósitos chafados por bastante tiempo, después del fiasco del proceso independentista jalonado por el referéndum, su procesamiento, los indultos y la pugna entre el liderazgo  extranjero de Puigdemont y el nacional del presidente catalán, Aragonés, a su vez tutelado  por Oriol Junqueras. Y saltó Pegasus. El País y The Guardian revelaron ese  caso -abierto judicialmente en Barcelona-  sobre  el espionaje al presidente del parlamento catalán, Torrent, en  2019.  Dos años mas tarde el asunto no avanza porque la información solicitada a Israel, sede de las empresas propietarias de la tecnología de espionaje y hackeo, no prospera.

El giro que se produjo ayer  es que también el presidente del Gobierno y la ministra de Defensa estuvieron siendo espiados por Pegasus en mayo/junio de 2021 por una “intervención externa e ilícita”. Le ha sucedido a una veintena de primeros ministros en el mundo.  Todo ello  arroja muchas dudas sobre la denuncia que ha  presentado el independentismo.   Es conocido que hubo una entente entre un grupo de  tecnólogos del independentismo, ligados a Puigdemont, en cooperación con el centro canadiense Citizen Lab. El  informe  pretende involucrar al Estado en un espionaje masivo, pero   el gobierno lo  niega. A raíz de la abdicación de Juan Carlos I el CNI creó en 2015 -entre  Sáez de Santamaría y   Sanz Roldán- una  Unidad de Defensa de los Principios Constitucionales, a la que se atribuye la “protección” del anterior monarca   como el seguimiento de los independentistas. Ni los escándalos del anterior rey se taparon ni las urnas del referéndum se encontraron.

No se puede descartar nada. El carácter invasivo del programa Pegasus es indiscutible  y su utilización por servicios de inteligencia extranjeros tampoco puede obviarse. Hasta que se produzca la reunión de la comisión de secretos oficiales no se filtrarán detalles que  se desconocen. El gobierno sólo reconoce extraoficialmente que fueron intervenidas las comunicaciones de 18  impulsores del “Tsunami Democrático”,   responsables de la toma del aeropuerto del Prat y de los incidentes  que asolaron Barcelona, noche tras noche,  tras conocerse la sentencia de los independentistas. El gobierno de Pedro Sánchez paga el ansia victimista del soberanismo y su dependencia  para sacar adelante determinadas leyes. El giro de los acontecimientos es hoy total. Pegasus es un cáncer incontrolable. ¿Quién está detrás?

 

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