Los taxis, por calle Palos
Finalmente el proyecto consistorial no atiende la petición de los taxistas de acceder a Gran Vía por la Plaza del Punto
Los taxistas pedían poder acceder a Gran Vía por la Plaza del Punto, pero la idea del Ayuntamiento de Huelva de liberarla lo máximo posible de tráfico se ha hecho real eludiendo esta petición.
Hoy, el consistorio onubense hará público su modelo de movilidad para esta céntrica arteria de la capital onubense, y por la Plaza del Punto sólo se podrá circular para salir de Gran Vía bien hacia Alameda Sundheim bien hacia la Avenida de Italia. Pero para entrar, nada de nada.
El pasado 12 de marzo, el presidente de Teletaxi Huelva, Jesús Vázquez, valoró para Viva Huelva que si la petición de su colectivo no era atendida “está claro que nos movilizaremos”. Aún no tienen definidas estas movilizaciones, pero mañana, miércoles, los 215 taxistas de Teletaxi Huelva celebrarán una asamblea en la que acordarán qué tipo de actuaciones llevarán a cabo para protestar contra una decisión consistorial que, según Vázquez, “hará que los clientes se lo piensen mucho a la hora de coger un taxi para ir al centro por el rodeo que supone”. Así las cosas, todo pinta a que los taxistas tendrán que resignarse a acceder a ella a través de la Calle Palos hasta desembocar en Padre Marchena.
Es el principal, y casi único, escollo que tendrá que resolver la delegación de Movilidad para que todos los colectivos estén contentos con el nuevo uso de Gran Vía. “Se trata de que la avenida sea peatonal totalmente, pero que se pueda utilizar con sentido común”, afirmó ayer para Europa Press José Luis Barragán, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Huelva.
Y es que, el plan de movilidad para que en la Gran Vía prime el peatón, con una proporción deseada por la concejalía de Movilidad de un coche por cada 20 peatones, supone la máxima liberalización de este céntrico espacio. Por esta avenida podrán circular los taxis, los servicios de carga y descarga dentro de los horarios reservados para ello, los servicios de emergencia, y los residentes con garaje.
Bolardos para controlar el acceso
Cámaras directamente conectadas con el centro de Tráfico del consistorio onubense; pequeñas torretas electrónicas para corroborar que se puede acceder y bolardos para impedir el acceso. Ayer, operarios del Ayuntamiento colocaban el semáforo que irá en la entrada de la avenida. Este semáforo estará todo el día en ámbar, ya que durante el día los bolardos estarán bajados, por lo que se intuye que la vigilancia policial se hará más intensiva en esta zona para controlar a todo aquel vehículo que se salte la restricción.
La señal situada en la entrada de Gran Vía deja claro el carácter peatonal de la zona. A finales de semana está prevista la finalización de las obras de adaptación. A partir de ahí, el éxito dependerá de que los conductores respeten la nueva identidad que el nuevo uso otorga a la Gran Vía onubense.
En breve, también las calles peatonales
Fuentes de la concejalía de Movilidad confirmaron ayer a Viva Huelva que “en breve” las calles peatonales del centro onubense también tendrán restringidos el acceso de vehículos. Será con un sistema “prácticamente igual que el de Gran Vía”, con bolardos retráctiles en los accesos a estas calles, y que sólo se bajarán para emergencias, carga y descarga y residentes con garajes. La primera fase del proyecto, que contempla las calles de entrada, ya está casi concluido, con los bolardos colocados a la espera de que se haga funcionar el sistema eléctrico para su funcionamiento y los sistemas de vídeo y audio que estarán conectados con el centro de tráfico del Ayuntamiento de Huelva.
Lo que está aún retrasado es la segunda fase de este proyecto, el que corresponde a las calles de salida, para colocar los bolardos en las calles Pinta, Rábida, Rico, Marina y Rascón, entre otras.
Hoy, el consistorio onubense hará público su modelo de movilidad para esta céntrica arteria de la capital onubense, y por la Plaza del Punto sólo se podrá circular para salir de Gran Vía bien hacia Alameda Sundheim bien hacia la Avenida de Italia. Pero para entrar, nada de nada.
El pasado 12 de marzo, el presidente de Teletaxi Huelva, Jesús Vázquez, valoró para Viva Huelva que si la petición de su colectivo no era atendida “está claro que nos movilizaremos”. Aún no tienen definidas estas movilizaciones, pero mañana, miércoles, los 215 taxistas de Teletaxi Huelva celebrarán una asamblea en la que acordarán qué tipo de actuaciones llevarán a cabo para protestar contra una decisión consistorial que, según Vázquez, “hará que los clientes se lo piensen mucho a la hora de coger un taxi para ir al centro por el rodeo que supone”. Así las cosas, todo pinta a que los taxistas tendrán que resignarse a acceder a ella a través de la Calle Palos hasta desembocar en Padre Marchena.
Es el principal, y casi único, escollo que tendrá que resolver la delegación de Movilidad para que todos los colectivos estén contentos con el nuevo uso de Gran Vía. “Se trata de que la avenida sea peatonal totalmente, pero que se pueda utilizar con sentido común”, afirmó ayer para Europa Press José Luis Barragán, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Huelva.
Y es que, el plan de movilidad para que en la Gran Vía prime el peatón, con una proporción deseada por la concejalía de Movilidad de un coche por cada 20 peatones, supone la máxima liberalización de este céntrico espacio. Por esta avenida podrán circular los taxis, los servicios de carga y descarga dentro de los horarios reservados para ello, los servicios de emergencia, y los residentes con garaje.
Bolardos para controlar el acceso
Cámaras directamente conectadas con el centro de Tráfico del consistorio onubense; pequeñas torretas electrónicas para corroborar que se puede acceder y bolardos para impedir el acceso. Ayer, operarios del Ayuntamiento colocaban el semáforo que irá en la entrada de la avenida. Este semáforo estará todo el día en ámbar, ya que durante el día los bolardos estarán bajados, por lo que se intuye que la vigilancia policial se hará más intensiva en esta zona para controlar a todo aquel vehículo que se salte la restricción.
La señal situada en la entrada de Gran Vía deja claro el carácter peatonal de la zona. A finales de semana está prevista la finalización de las obras de adaptación. A partir de ahí, el éxito dependerá de que los conductores respeten la nueva identidad que el nuevo uso otorga a la Gran Vía onubense.
En breve, también las calles peatonales
Fuentes de la concejalía de Movilidad confirmaron ayer a Viva Huelva que “en breve” las calles peatonales del centro onubense también tendrán restringidos el acceso de vehículos. Será con un sistema “prácticamente igual que el de Gran Vía”, con bolardos retráctiles en los accesos a estas calles, y que sólo se bajarán para emergencias, carga y descarga y residentes con garajes. La primera fase del proyecto, que contempla las calles de entrada, ya está casi concluido, con los bolardos colocados a la espera de que se haga funcionar el sistema eléctrico para su funcionamiento y los sistemas de vídeo y audio que estarán conectados con el centro de tráfico del Ayuntamiento de Huelva.
Lo que está aún retrasado es la segunda fase de este proyecto, el que corresponde a las calles de salida, para colocar los bolardos en las calles Pinta, Rábida, Rico, Marina y Rascón, entre otras.
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