El parque infantil del Pago de la Alhaja, impracticable por las hierbas y matorrales
No saben si el mantenimiento es del Ayuntamiento o BSK pero quieren soluciones
Temen que por las noches sea utilizado por los jóvenes para hacer botellón
La asociación de vecinos del Pago de la Alhaja denuncia que el parque infantil se hace impracticable porque tras las lluvias que han azotado a la ciudad durante los tres o cuatro últimos meses, que han provocado la crecida de las hierbas y matorrales, sin que el Ayuntamiento haya ofrecido mantenimiento alguno para este espacio verde, que es el único del que pueden disfrutar los niños del barrio.
El presidente de la entidad vecinal, José Cordero, insiste en afirmar que el parque no se puede usar por este mismo motivo, además de que se acumula mucha suciedad sin que haya un dispositivo de limpieza pensado para este espacio verde, que tanto tiempo y esfuerzo costó a estos vecinos del Pago.
Por ello, si el Ayuntamiento no se va a encargar de su mantenimiento y de adecentarlo, así como de retierar las hierbas que crecen a lo largo de las semanas, entienden que es mejor que permanezca cerrado al público hasta que haya dinero para dedicar una asignación económica para este parque.
Además de que el parque esté casi en desuso por culpa de estos motivos indicados, los vecinos del Pago de la Alhaja temen que por las noches, estas instalaciones vuelvan a ser utilizadas por “los desaprensivos de siempre de lugar de botellona”. Las consecuencias son que dejan los restos de botellas esparcidos por el parque, con el consiguiente peligro que supone eso para los niños, que pueden cortarse con algún cristal, puesto que el parque no se limpia, así que los restos de cualquier actividad que se realice se siguen quedando en el mismo días y semanas.
Cabe recordar que el año pasado ya tuvieron que denunciar un caso de estas características, informando al Ayuntamiento para que procediera a actuar de la manera correcta. Pero parece ser que se vuelve a repetir la situación de dejación de funciones o de hacer cumplir el contrato de la empresa adjudicataria de las obras de construcción, BSK (Bahía San Kristóbal). Los vecinos dudan de si el mantenimiento del parque sigue perteneciendo a dicha entidad o ya ha pasado al Consistorio, pero de una u otra manera, consideran que debe velar por la garantizar la seguridad y el bienestar de la ciudadanía, algo que en estos momentos se está incumpliendo.
Los vecinos valoran de manera positiva que la idea inicial fuera que éste fuera un espacio totalmente funcional y sencillo donde primara la convivencia, partiendo de un lugar amplio y abierto donde los niños podían jugar, debido a la instalación de los juegos infantiles, y donde los mayores podían descansar con total normalidad puesto que también se han instalado algunos bancos de material, preparados para los actos vandálicos. A pesar de su funcionalidad y la modernidad de los elementos que lo forman, los vecinos siguen pensando que en vez de tanta buena predisposición a la hora de materializar el parque, la administración local se debería haber planteado que dicho parque supone unos gastos que hay que tener previstos, puesto que dejar que crezcan las hierbas y que no se pueda utilizar es como si nunca hubierna construido el parque.
Nueve años de paciente espera
Los vecinos del Pago de la Alhaja han esperando nueve años hasta que el Ayuntamiento decidió poner en marcha la construcción del tan reivindicado parque infantil. Las características de este barrio han hecho que siempre se haya encontrado algo más alejado del casco urbano, teniendo cerca el espacio dedicado a los niños del paseo martítimo de La Puntilla, pero que no satisfacía a la entidad vecinal, que quería contar con su propio parque. Cuando comenzó la construcción, la misma entidad vecinal destacaba que los niños que entonces necesitaban el parque se habían hecho grandes y que ya no hay tanta demanda como con anterioridad.
El presidente de la entidad vecinal, José Cordero, insiste en afirmar que el parque no se puede usar por este mismo motivo, además de que se acumula mucha suciedad sin que haya un dispositivo de limpieza pensado para este espacio verde, que tanto tiempo y esfuerzo costó a estos vecinos del Pago.
Por ello, si el Ayuntamiento no se va a encargar de su mantenimiento y de adecentarlo, así como de retierar las hierbas que crecen a lo largo de las semanas, entienden que es mejor que permanezca cerrado al público hasta que haya dinero para dedicar una asignación económica para este parque.
Además de que el parque esté casi en desuso por culpa de estos motivos indicados, los vecinos del Pago de la Alhaja temen que por las noches, estas instalaciones vuelvan a ser utilizadas por “los desaprensivos de siempre de lugar de botellona”. Las consecuencias son que dejan los restos de botellas esparcidos por el parque, con el consiguiente peligro que supone eso para los niños, que pueden cortarse con algún cristal, puesto que el parque no se limpia, así que los restos de cualquier actividad que se realice se siguen quedando en el mismo días y semanas.
Cabe recordar que el año pasado ya tuvieron que denunciar un caso de estas características, informando al Ayuntamiento para que procediera a actuar de la manera correcta. Pero parece ser que se vuelve a repetir la situación de dejación de funciones o de hacer cumplir el contrato de la empresa adjudicataria de las obras de construcción, BSK (Bahía San Kristóbal). Los vecinos dudan de si el mantenimiento del parque sigue perteneciendo a dicha entidad o ya ha pasado al Consistorio, pero de una u otra manera, consideran que debe velar por la garantizar la seguridad y el bienestar de la ciudadanía, algo que en estos momentos se está incumpliendo.
Los vecinos valoran de manera positiva que la idea inicial fuera que éste fuera un espacio totalmente funcional y sencillo donde primara la convivencia, partiendo de un lugar amplio y abierto donde los niños podían jugar, debido a la instalación de los juegos infantiles, y donde los mayores podían descansar con total normalidad puesto que también se han instalado algunos bancos de material, preparados para los actos vandálicos. A pesar de su funcionalidad y la modernidad de los elementos que lo forman, los vecinos siguen pensando que en vez de tanta buena predisposición a la hora de materializar el parque, la administración local se debería haber planteado que dicho parque supone unos gastos que hay que tener previstos, puesto que dejar que crezcan las hierbas y que no se pueda utilizar es como si nunca hubierna construido el parque.
Nueve años de paciente espera
Los vecinos del Pago de la Alhaja han esperando nueve años hasta que el Ayuntamiento decidió poner en marcha la construcción del tan reivindicado parque infantil. Las características de este barrio han hecho que siempre se haya encontrado algo más alejado del casco urbano, teniendo cerca el espacio dedicado a los niños del paseo martítimo de La Puntilla, pero que no satisfacía a la entidad vecinal, que quería contar con su propio parque. Cuando comenzó la construcción, la misma entidad vecinal destacaba que los niños que entonces necesitaban el parque se habían hecho grandes y que ya no hay tanta demanda como con anterioridad.
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