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Grecia cede al fin y recurre a la ayuda internacional

Con la credibilidad por los suelos, la deuda por las nubes y la presión de los mercados casi insoportable, Grecia ha debido rendirse ante la evidencia de su profunda crisis financiera y ha solicitado oficialmente la activación del paquete de préstamos de sus socios de la zona del euro y del FMI.

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Con la credibilidad por los suelos, la deuda por las nubes y la presión de los mercados casi insoportable, Grecia ha debido rendirse ante la evidencia de su profunda crisis financiera y ha solicitado oficialmente la activación del paquete de préstamos de sus socios de la zona del euro y del FMI.

La decisión, anunciada ayer por el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, responde a las presiones de los mercados internacionales para que Grecia busque ayuda financiera y garantice que podrá seguir haciendo frente a sus pagos, ante los crecientes rumores de una posible bancarrota estatal.

“Nos enfrentamos a un camino difícil. Es imperativo que pidamos activar este mecanismo”, declaró Papandréu desde la isla griega de Kastelórizo, uno de los puntos más australes de la Unión Europea (UE).

Desde ese punto geográfico tan distante de Bruselas, el mandatario socialista ha aceptado la mano tendida el 11 de abril por los países del euro en forma de préstamos bilaterales por valor de 30.000 millones de euros.

“Nosotros esperamos, y nuestros socios en la Unión Europea esperan, que esta decisión sea suficiente para calmar a los mercados y que así podamos seguir financiando nuestro país con una tasas de interés más bajas”, dijo el primer ministro.

De momento, el anuncio empujó la Bolsa de Atenas un 3,16% hacia arriba y el diferencial del bono griego a diez años respecto al alemán bajó a 493 puntos básicos, aunque sobre las 12.00 GMT había repuntado de nuevo hasta los 519 puntos básicos.

La petición de auxilio llega tras una jornada negra en la que a Grecia le llovieron golpes por todas partes.

La oficina estadística comunitaria, Eurostat, revisó al alza su déficit de 2009, hasta el 13,6% del PIB; la agencia Moody’s puso la calificación de la deuda helena al borde del bono basura; y el diferencial entre el bono griego y el referente alemán alcanzó un récord de 576 puntos, al tiempo que el coste de la deuda griega tocaba el 8,9 %.
Papandréu no precisó ayer el volumen de créditos que pedirá a sus socios de la eurozona y al FMI.

Por otra parte, los países de la zona del euro no aprobarán la ayuda financiera a Grecia hasta que las autoridades griegas cierren el plan de ajuste para los próximos tres años que negocian en Atenas con representantes de la Comisión Europea (CE), el FMI y el BCE.

Así se desprende de un comunicado conjunto enviado ayer por la presidencia del Eurogrupo, el BCE y la Comisión, en el que las tres partes “toman nota” de la petición realizada por el Gobierno griego para que se active el mecanismo de ayuda financiera conjunto de la Eurozona y el FMI.

“El apoyo estará basado en el programa que actualmente preparan la CE, el BCE y el FMI junto con las autoridades griegas”, dice el comunicado, en el que anuncian su intención de ceñirse al proceso acordado en la reunión de líderes del 25 de marzo.

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