Un hombre pide dinero por Sevilla diciendo que es un superviviente del barco siniestrado
En la jornada del pasado jueves, la Guardia Civil de Barbate dio curso a una denuncia presentada por Inés Domínguez Foncubierta, secretaria de la Cofradía de Pescadores de Barbate, y por José Crespo, superviviente del naufragio del pesquero Nuevo Pepita Aurora. La denuncia efectuada era por estafa y es que al parecer, un hombre del que se desconoce su identidad, anda por Sevilla pidiendo dinero a empresas y empresarios suplantando la personalidad de Fernando Romera, marinero barbateño que también sobrevivió al trágico naufragio.
La historia es rocambolesca e indica hasta dónde puede llegar la miseria humana y la desvergüenza. Todo parece indicar que esta semana se puso en contacto con la Cofradía de Pescadores de Barbate Amalia Fernández, empleada de la empresa Fundición de Hierros de Ferralla, con sede en Sevilla. Fernández comunicó a la Cofradía que esa misma mañana un hombre acudió a la empresa diciendo que era un superviviente del Nuevo Pepita Aurora y que estaba pidiendo dinero porque la administración no les había dado ninguna ayuda ni indemnización. En sus manos llevaba una cartilla de embarque y un libro de familia. La empresa, aunque dudaba de la historia, le dio 75 euros porque por mucho tiempo que pase, la trágica historia de este naufragio de hace apenas un año aún sigue conmocionando a la sociedad.
Tras irse este hombre, la empleada decidió llamar a la Cofradía de Pescadores de Barbate para cerciorarse de la veracidad de la historia, pero para su sorpresa se dio cuenta que había sido víctima de una vil estafa. Y es que casualmente, desde la Cofradía le dijeron que Fernando Romera no podía ser porque precisamente es el único de los supervivientes que no está incapacitado para volver a la mar y está embarcado como cocinero en un pesquero barbateño que faena en Marruecos. Romera tuvo que superar sus miedos y embarcarse de nuevo por motivos económicos para poder recibir una pensión digna. Tal es el esfuerzo de este hombre que incluso cocinando en el barco lleva puesto en chaleco salvavidas.
Parecido físico
La Cofradía le pidió a la empleada que describiese al estafador, y según su descripción bien podría ser la de Fernando Romera, pues tiene más de 50 años, mide alrededor de un metro sesenta y es moreno de piel. Precisamente el presunto estafador está utilizando su parecido físico con el superviviente para hacer más creíble su historia a la que aporta recortes de periódicos con imágenes de los marineros que se salvaron aquel fatídico septiembre de 2007.
La Guardia Civil, una vez informada, ya se ha puesto en contacto con la Policía Nacional para que abra una investigación en Sevilla puesto que creen que es más que previsible que el estafador haya visitado más empresas y el botín puede ser más que considerable. De verificarse esta historia, el presunto estafador debería ser juzgado no sólo por suplantación de personalidad y estafa, sino por desvergüenza y falta de ética al tratar de sacar rendimiento económico a una tragedia que aún se llora en Cádiz.