La situación de colapso financiero de muchos ayuntamientos hacen presagiar lo peor
La pasada semana se dieron a conocer los últimos datos de la Encuesta de Población Activa y a estas alturas los ciudadanos ya no saben si echarse a temblar por las cifras deparadas o por las posteriores explicaciones del Gobierno, entre ellas las del vicepresidente Manuel Chaves, que ha asegurado que el desempleo ya ha tocado fondo. Y si hemos llegado a estas circunstancias no es por capricho, sino porque desde el propio Gobierno se ha alentado una susceptibilidad creciente desde el mismo momento en que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, negara que España se fuera a ver salpicada por la crisis económica internacional. El caso es que, a estas alturas, lo que el Gobierno diga o deje de decir sobre la crisis y el desempleo ha dejado de interesar, entre otras cosas por su falta de credibilidad, y no resulta extraño que desde la opinión pública se haya empezado a llamar a otras puertas en busca de respuestas, propuestas o soluciones que, cuando menos, sirvan para iluminar a los gestores de la Nación, cosa que, de momento, no ha ocurrido. Entre esas puertas se encuentran los altos representantes del mundo empresarial y económico: presidentes de patronales, representantes sindicales, economistas, asesores... Ahí está, por ejemplo, Leopoldo Abadía, que ha hecho de la crisis su propio negocio, recorriendo toda España para ofrecer conferencias en las que explica por qué se ha llegado a esta situación y de qué forma se podría salir de la misma. Hace unos días tuvimos la oportunidad de dirigirnos a una de esas voces autorizadas para conocer su versión de los hechos: el presidente de la Cámara de Comercio de Jerez, Jesús Medina. Su respuesta a la crisis pasa por una profunda reforma del mercado laboral y por facilitar la financiación a los proyectos empresariales que puedan generar empleo. Pero entre sus apreciaciones se colaron otros detalles importantes, como su visión sobre el estado en que se encuentran muchos ayuntamientos españoles, dentro de lo que dio en llamar la burbuja municipal, que será la próxima en explotar. La situación de colapso financiero en que se encuentran muchos consistorios dan cuenta de que puede ser así, sin olvidar otras consecuencias ya evidentes, como los índices de morosidad acumulados con la empresa privada, que ya han empezado a causar estragos.