Las bajas de Raúl López y Daniel Cifuentes en el flanco zurdo obligan a Espárrago a un cambio
Extraña temporada la que está viviendo el malagueño Nano González. Si ya comenzó torcida la pretemporada al fichar en el último minuto del mercado y tener que ponerse en forma cuando sus compañeros ya la habían alcanzado, el posterior desarrollo de la campaña no ha deparado la continuidad esperada para el único extremo zurdo con el que cuenta la plantilla amarilla.
Con Javier Gracia alternó el banquillo y la titularidad, mientras que con Víctor Espárrago lo que viene cambiando son sus participaciones como titular y sus salidas de la convocatoria, sin término medio salvo en la última jornada, cuando salió como refresco en los últimos minutos. Y bien poco necesitó para demostrar que es el mejor centrador que tiene el Cádiz en plantilla. “Esperábamos tener la oportunidad de aprovechar el mal momento de ellos”, reconoce al hablar sobre el partido de Vigo, que deja al Cádiz “igual porque los de delante tampoco ganaron”.
Pensando ya en el futuro, para el centrocampista del submarino amarillo el domingo se volverá a vivir un intento por salir de los puestos de descenso. Y se hará ante un rival “que también tiene la necesidad de puntos porque se la está jugando en la parte de arriba”. “A ninguno de los dos equipos nos vale el empate”, zanja el malagueño, que mira con ilusión la posibilidad de jugar esta semana ante las bajas de los habituales laterales zurdos, una posición más retrasada que la suya, pero a la que no le haría ascos. “Si el míster lo cree conveniente me concienciaré de ello”, confiesa.
Primero fue López Silva y luego, aunque poco duró, la llegada del yugoslavo Bogunovic quienes tapaban su acceso a la titularidad. Ahora es es el madrileño Carlos Caballero el que viene jugando escorado a la izquierda. Para Nano, su compañero “está dando un buen rendimiento en los últimos partidos ahí”, por lo que solo le queda “seguir entrenando duro para convencer al entrenador”. Esta semana podría tener esa oportunidad gracias a las buenas acciones que realizó en los pocos minutos que jugó en Balaídos ante el Celta de Vigo.