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Obras interminables, mal olor y crisis para los hosteleros de la plaza Iglesia

La próxima subida del IVA se suma a los desvelos de un sector que no termina de ver los 'brotes verdes'.

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  • En la plaza continúan las obras y los hosteleros se quejan de la pérdida de clientes en las terrazas. -
  • Los trabajos terminaron, teóricamente, en diciembre en una primera fase y la segunda en marzo
  • Los clientes de las terrazas huyen de la zona de obras y denuncian los olores
Las obras de la Plaza de la Iglesia no han terminado. Así se deduce de la continua presencia de obreros, contenedores y vallas que ocasionan un perjuicio directo a los hosteleros. Son muchos los clientes que huyen de la zona de obras, por lo que las pérdidas económicas son una realidad para la hostelería de la plaza.

Las obras finalizaron en una primera fase en diciembre, con motivo de las campanadas ofrecidas por Canal Sur Televisión para recibir el año del Bicentenario. Tras esta cita de fin de año, se acometió la construcción de la plataforma tranviaria entre la Plaza de la Iglesia y la esquina con la calle Almirante Cervera, de cara a la Semana Santa. Al término de ésta, comenzó un período de reparaciones varias, que no terminan de despejar la plaza de obreros, vallas y contenedores de obras.

Malos olores
Otro gran problema denunciado por los clientes de los bares, según los propietarios, son los malos olores que desprende el alcantarillado. Un hecho constatable a lo largo de gran parte de la calle Real y que parece que encontrará una solución una vez que la conexión del alcantarillado culmine con la obra de la calle Real.
La crisis económica, los perjuicios de la obra y la próxima subida del IVA son auténticos obstáculos para el progreso de un sector al que tampoco llegan las ayudas anunciadas en su día para el sector y como compensación por los perjuicios directos de la obra.

Aunque la UTE Sacyr-Prinur siempre procuró mantener la accesibilidad a los comercios e incluso trabajó los domingos para ocasionar el menor perjuicio a la economía de los autónomos, la realidad marcaba que el público evitaba pasar por la calle Real y utilizaba calles aledañas para llegar a su punto de destino.
Ahora, los hosteleros se enfrentan también al gasto que supondrá la renovación de lostoldos y mobiliario de las terrazas para adaptarlos a la uniformidad que persigue el Ayuntamiento, aunque la ordenanza aún no está en vigor.

Para muchos, este gasto supone algo innecesario ante el estado que presentan actualmente muchos toldos, sillas y mesas de muchas cafeterías y sobre todo teniendo en cuenta el fuerte viento de levante que suele azotar la costa gaditana.

Mientras, las reparaciones continúan por distintas partes de la calle Real y en especial en la Plaza de la Iglesia, donde las obras no cesan.

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