Sin prisa pero sin pausa, los bares y restaurantes españoles se están sumando poco a poco en los últimos años a permitir el acceso de perros a sus locales, una decisión puede atraer más clientela pero también crear polémicas en torno a la "letra pequeña".

Si se permite la entrada en el bar o en el restaurante de un comensal con su perro es una decisión que tienen que tomar, de forma independiente e individual, los propietarios del establecimiento, según se estipuló en el Real Decreto de diciembre de 2022.

Así lo establece el texto, por el que se regulan determinados requisitos en materia de higiene de la producción y comercialización de los productos alimenticios en establecimientos de comercio al por menor.

En todo caso, serán las propias ordenanzas municipales y normativas de las comunidades autónomas las que dispongan si está explícitamente prohibido o si se permite la entrada con perros.

Para la hostelería, esta cuestión se acerca más a la propia imagen que el establecimiento da ante los vecinos, de inclusión o no, que a una mejora del rendimiento económico.

El presidente de la asociación Hostelería de España, José Luis Yzuel, indica que esta es una tendencia que "ha crecido mucho" y "ha llegado para quedarse", ya que "cada vez hay más mascotas", lo que provoca que la hostelería se adapte y sea más permisiva.

Sobre si beneficia directamente al sector, Yzuel advierte de que el aumento de esa permisividad por parte de los bares hace que haya "más confort" en los clientes que acuden con sus perros, no se trata entonces de una cuestión económica, sino de "acercamiento" a este tipo de clientes.

LOS BARES DE "SEÑOR PERRO"

En 2012, Micaela de la Maza decidió abrir un espacio "online" en el que recomendar, etiquetar y localizar los bares y restaurantes de todo el país en los que dejaran entrar a los clientes con perros.

Ahora, unos diez años después, se ha convertido en la responsable de la web Señor Perro, que cuenta con varias guías impresas sobre locales "dog friendly" en ciudades como Madrid y Barcelona, y con un registro en el que los hosteleros se pueden apuntar para que los consumidores sepan si le permiten el acceso con su mascota.

Con más de 32.000 seguidores en Instagram y alrededor de un millar de bares y restaurantes registrados en su plataforma de Internet, Micaela asegura, en declaraciones a Efeagro, que la hostelería española se ha ido adaptando poco a poco a las mascotas.

Al comienzo del proyecto, De la Maza cuenta que a los hosteleros "les sonaba a chino" cuando preguntaba si podía pasar con su perro o no, un hecho al que se han ido adaptando poco a poco a pesar de que ha día de hoy falta información para los consumidores.

Al depender de las ordenanzas municipales, la responsable de Señor Perro apunta a un desequilibrio entre las diferentes zonas del país en cuanto a permisividad, con un mayor índice de bares "dog friendly" en las ciudades y menor en las zonas más pequeñas.

"Es fácil entrar con tu perro en un bar de una ciudad grande", reconoce Micaela de la Maza a la vez que defiende que la presencia de los canes "genera un buen clima" en los establecimientos.

MODA Y POLÉMICA

Tal y como apunta la creadora de Señor Perro, en los últimos años el número de establecimientos que han permitido la entrada a mascotas se ha incrementado, llegando a convertirse en una moda que ha creado espacios gastronómicos especiales para animales.

Es el caso del restaurante "Toby eats the world", en Sevilla, en el que la mascota tiene un papel principal más allá de mero acompañante del comensal.

Pero el afán por permitir la entrada con perros se puede convertir también en un reclamo publicitario que termine acercándose más a la moda que al propio gesto de inclusión, como señala la creadora de Señor Perro.

De esa moda han surgido algunas polémicas en torno a grandes cadenas de restauración que, en las últimas semanas, han informado de que permitían el acceso a sus establecimientos con perros, pero perros de hasta un determinado peso.

Esta información ha generado el rechazo por parte de los usuarios con mascotas; por ello, Micaela de la Maza ha recomendado "leer la letra pequeña" de los establecimiento en cuanto a esta cuestión.