David Amaral se convierte en la alternativa por si falla David Vidal
El canario sigue sin equipo desde que fue destituido del Castellón la última temporada
Las negociaciones con el entrenador gallego no avanzan y ya se habla con otros técnicos
El ‘caso Vidal’ sigue sin resolverse, las posturas entre el Cádiz y el entrenador no pueden ser más alejadas. Pese a que David Vidal cuenta con el aval de ser el técnico deseado por el Ayuntamiento, que ha manifestado al club su deseo de que se cierre un acuerdo con el gallego al tratarse de alguien muy atractivo y que realzaría el interés hacia el Cádiz, el acuerdo se encuentra lejano.
Vidal quiere entrenar al equipo y así lo dejó claro a Información, pero no a cualquier precio. Desea un proyecto para varias temporadas y exige unas condiciones económicas acordes a su curriculum, chocando en ambos casos con lo que el club cadista está dispuesto a ofrecerle. El descenso de categoría convierte en inviables las pretensiones del entrenador, primer candidato al banquillo. Vidal sabe que no le van a faltar ofertas de superior categoría y, aunque le apetezca volver al Cádiz, no lo hará a cualquier precio.
Con esta opción cada vez más lejana, los siguientes entrenadores en la lista entran en escena. El segundo era Álvaro Cervera, pero el antiguo técnico del Jaén ya se había comprometido con el Real Unión de Irún antes de recibir la llamada del Cádiz. En los últimos días, Cervera se había “vendido” en la prensa leonesa haciendo gala de su interés por hacerse cargo de la Cultural. “La Cultural es un sitio para ir a ojos cerrados”, declaró el día antes de firmar por el equipo vasco. Está claro que en el fútbol las palabras se las lleva el viento con mucha facilidad.
De esta forma, la tercera opción gana puestos y se sitúa de lleno en el punto de mira del equipo amarillo. David Amaral es el hombre que, si se da por cerrada finalmente la negociación con David Vidal, pasará a ser el primer objetivo para ocupar el banquillo. Amaral se estrenó como entrenador al frente del Universidad de Las Palmas (1.999-2.001), equipo con el que consiguió el ascenso a Segunda División. Tras un breve paso por el Lanzarote (2.001-2.002), su siguiente destino fue el Tenerife, al que llegó a mitad de temporada y no pudo sellar el ascenso, ya que el lastre anterior de derrotas era pesado y no pudo soltarlo pese a los buenos números que alcanzó.
Conseguir sólo tres triunfos en toda una primera vuelta de la temporada 2.003-2.004 hizo que Amaral tomara una decisión pocas veces vista en el fútbol, la de dimitir. Recogió sus bártulos y abandonó el club chicharrero dando paso a nuevos aires que intentaran levantar el vuelo del equipo.
Los malos resultados fueron la causa de su despido de la UD Las Palmas, equipo que había confiado en él para la campaña 2.004-2.005 en Segunda División B. Comenzó sin equipo la siguiente temporada, pero fichó durante unos meses por el Tenerife para reintentar su primer proyecto, algo que tampoco fue posible en esta ocasión y se marchó.
La Segunda División B sería de nuevo su destino cuando firmó por el Cartagena, equipo del que se marchó dimitiendo por “problemas personales”, según alegó en su despedida pública. Tras esta segunda dimisión, Amaral se encargó de la Ponferradina, también de Segunda División B, realizando un muy buen papel que sólo se rompió al caer eliminado en el último partido de las eliminatorias por el ascenso a Segunda.
salamanca y castellón
La campaña 2.008-2.009 puso a David Amaral rumbo a Salamanca, ciudad en la que no continuó al no ser renovado por el club pese a que los resultados deportivos cumplieron de sobra los objetivos que se habían marcado de antemano.
Negra fue su última temporada, en la que cimentó el posterior desastre del Castellón. Los castellonenses sólo sumaron un empate en la primera jornada, perdiendo en los siete partidos siguientes y condenándose a ser colistas de la clasificación de Segunda División. Ello provocó el despido de Amaral, que, desde mitad de la pasada campaña, continúa sin equipo. Su perfil y conocimientos de la categoría son un aval, incrementado por el hecho de que su caché no dista mucho de lo que el Cádiz CF se plantea ofrecer a su futuro entrenador.
Vidal quiere entrenar al equipo y así lo dejó claro a Información, pero no a cualquier precio. Desea un proyecto para varias temporadas y exige unas condiciones económicas acordes a su curriculum, chocando en ambos casos con lo que el club cadista está dispuesto a ofrecerle. El descenso de categoría convierte en inviables las pretensiones del entrenador, primer candidato al banquillo. Vidal sabe que no le van a faltar ofertas de superior categoría y, aunque le apetezca volver al Cádiz, no lo hará a cualquier precio.
Con esta opción cada vez más lejana, los siguientes entrenadores en la lista entran en escena. El segundo era Álvaro Cervera, pero el antiguo técnico del Jaén ya se había comprometido con el Real Unión de Irún antes de recibir la llamada del Cádiz. En los últimos días, Cervera se había “vendido” en la prensa leonesa haciendo gala de su interés por hacerse cargo de la Cultural. “La Cultural es un sitio para ir a ojos cerrados”, declaró el día antes de firmar por el equipo vasco. Está claro que en el fútbol las palabras se las lleva el viento con mucha facilidad.
De esta forma, la tercera opción gana puestos y se sitúa de lleno en el punto de mira del equipo amarillo. David Amaral es el hombre que, si se da por cerrada finalmente la negociación con David Vidal, pasará a ser el primer objetivo para ocupar el banquillo. Amaral se estrenó como entrenador al frente del Universidad de Las Palmas (1.999-2.001), equipo con el que consiguió el ascenso a Segunda División. Tras un breve paso por el Lanzarote (2.001-2.002), su siguiente destino fue el Tenerife, al que llegó a mitad de temporada y no pudo sellar el ascenso, ya que el lastre anterior de derrotas era pesado y no pudo soltarlo pese a los buenos números que alcanzó.
Conseguir sólo tres triunfos en toda una primera vuelta de la temporada 2.003-2.004 hizo que Amaral tomara una decisión pocas veces vista en el fútbol, la de dimitir. Recogió sus bártulos y abandonó el club chicharrero dando paso a nuevos aires que intentaran levantar el vuelo del equipo.
Los malos resultados fueron la causa de su despido de la UD Las Palmas, equipo que había confiado en él para la campaña 2.004-2.005 en Segunda División B. Comenzó sin equipo la siguiente temporada, pero fichó durante unos meses por el Tenerife para reintentar su primer proyecto, algo que tampoco fue posible en esta ocasión y se marchó.
La Segunda División B sería de nuevo su destino cuando firmó por el Cartagena, equipo del que se marchó dimitiendo por “problemas personales”, según alegó en su despedida pública. Tras esta segunda dimisión, Amaral se encargó de la Ponferradina, también de Segunda División B, realizando un muy buen papel que sólo se rompió al caer eliminado en el último partido de las eliminatorias por el ascenso a Segunda.
salamanca y castellón
La campaña 2.008-2.009 puso a David Amaral rumbo a Salamanca, ciudad en la que no continuó al no ser renovado por el club pese a que los resultados deportivos cumplieron de sobra los objetivos que se habían marcado de antemano.
Negra fue su última temporada, en la que cimentó el posterior desastre del Castellón. Los castellonenses sólo sumaron un empate en la primera jornada, perdiendo en los siete partidos siguientes y condenándose a ser colistas de la clasificación de Segunda División. Ello provocó el despido de Amaral, que, desde mitad de la pasada campaña, continúa sin equipo. Su perfil y conocimientos de la categoría son un aval, incrementado por el hecho de que su caché no dista mucho de lo que el Cádiz CF se plantea ofrecer a su futuro entrenador.
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