Varios miles de trabajadores del sector industrial recorrieron ayer el centro de Sevilla exigiendo soluciones para las empresas que están en crisis en una manifestación que ha concluido ante el palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía, donde se ha celebrado una asamblea en la que se ha hecho un llamamiento a la participación en la huelga general.
El Gobierno andaluz, en plena rueda de prensa al concluir la protesta, reiteró su compromiso por el sector industrial, buscando soluciones a cada empresa, “que son un mundo”, cuando se han presentado dificultades.
La marcha ha estado encabezada por el secretario general del Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT, Manuel Fernández “Lito”, y el secretario general de la Federación de Industria de CCOO, Felipe López, acompañados por los secretarios generales en Andalucía de UGT, Manuel Pastrana, y CCOO, Francisco Carbonero.
Manuel Fernández “Lito” aseguró en su intervención que el 29 de septiembre “no trabajará ni Dios” ni en Andalucía ni en España, y se preguntó “dónde están las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando decía que no quería que la crisis la pagasen los de siempre, los trabajadores”.
Por su parte, Felipe López quiso “hacer patente el rechazo a una política que ha girado en redondo” y de la que considera que los únicos “damnificados” son los trabajadores, puesto que los que tienen recursos -dijo- no tienen dificultades y su única preocupación es “sacar tajada”.
El secretario general de UGT Andalucía, Manuel Pastrana, resaltó la “conexión directa” de esta manifestación, que en su opinión responde “al abandono por parte de los empresarios y la Administración de la industria andaluza”, con el éxito que esperan de la huelga general, porque “ningún Gobierno legisla a espaldas de la ciudadanía”.
El responsable regional de CCOO, Francisco Carbonero, afirmó que los sindicatos no se van “ni a callar la boca ni a tapar la cara” porque es “urgente” buscar una solución para empresas andaluzas y recordó a la Junta que “los acuerdos firmados no son sólo una foto”, sino que hay que cumplirlos.
En la manifestación participaron trabajadores de industrias como Astilleros, Santana o Delphi, que han pedido a la Junta que “cumpla los compromisos adquiridos desde hace meses”.
Voluntad de aportar
Con los ecos de esta manifestación y con la Internacional como melodía de fondo, en el interior de Palacio de San Telmo el consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, enmarcó esta movilización en la preparación de la huelga general y quiso poner en evidencia “la voluntad de la Junta para aportar y ser parte de la solución” en aquellas empresas que han tenido dificultades.
Así, aseguró que la Junta apoya al sector industrial de manera general a través del Plan de Desarrollo Industrial, con incentivos y apoyos a empresas con dificultades que son viables, mediante Invercaria para el arranque de nuevos proyectos o mediante los planes de internacionalización.
Dicho esto, apuntó que “cada empresa es un mundo” y se buscan las posibles soluciones, sea Santana Motor o sea Astilleros, “trabajando con los trabajadores”.
En el caso de Santana Motor, se mostró convencido de que “vamos a encontrar un socio industrial” para la empresa, asegurando que se están trabajando tanto desde la empresa como con Iveco para encontrar soluciones, apuntando que la política de subvenciones será la general que han establecido en su departamento.
En cuanto al conflicto de Astilleros y el cambio de hoja de ruta que denuncian los sindicatos, Ávila apuntó que las dos empresas tienen una situación complicada “por la gestión realizada en ambas” y señaló que la Agencia IDEA ha querido “ser parte de la solución” pero de una forma “coordinada” con el resto de sectores implicados, entre los que señaló a los propios trabajadores, los armadores, con la SEPI y con el Ministerio de Industria.
Señaló que todas las partes conocen los pasos que se están dando y que la Junta “no ha estado al margen”, aunque tiene claro que, aun entendiendo la “ansiedad” de los trabajadores para conseguir una respuesta rápida que al Gobierno andaluz también “le urge” darla, prefiere “trabajar por una solución que sea la mejor, que no por una cualquiera”.