La propuesta del alcalde de Sevilla de cobrar por visitar la Plaza de España ha puesto sobre la mesa una vieja polémica: la creación de una tasa turística en las grandes ciudades. La mayoría de capitales andaluzas están a favor de la medida, siempre que se aplique con consenso, mientras otras como Jaén o Huelva la descartan rotundamente.
La pelota, en cualquier caso, está en el tejado de la Junta, que es la administración con potestad para implantar una tasa turística como la que desde hace años se aplica en ciudades europeas como París, Nápoles, Berlín, Viena, Bruselas, Ámsterdam o incluso Barcelona.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, se ha mostrado dispuesto a aplicar un canon turístico también en esta comunidad, aunque con una condición: que exista consenso entre los municipios y los agentes turísticos, cosa que por el momento no se produce.
Por eso, ha pedido al consejero de Turismo, Arturo Bernal, que haga de "mediador" entre la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) "para que se sienten y entre ellos negocien una posibilidad de acuerdo para esa tasa turística".
Apuesta por el consenso
El alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, fue quien abrió hace unas semanas la caja de los truenos al plantear la posibilidad de cerrar la Plaza de España, uno de los principales reclamos turísticos de la capital andaluza, y cobrar entrada a los visitantes.
Esta medida, sostiene Sanz, no es incompatible con una tasa turística, de la que se declara partidario y que espera que cuente con el apoyo de la Junta.
También el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), se ha declarado a favor de implantar este gravamen de forma consensuada para mejorar los problemas de financiación que tienen los ayuntamientos. Los ingresos obtenidos, defiende este edil, podrían destinarse al mantenimiento del patrimonio y la promoción del turismo de calidad.
El alcalde de Córdoba y presidente de la FAMP, José María Bellido (PP), tampoco descarta la aplicación de la tasa, aunque no lo considera una "prioridad", ya que según las estimaciones del consistorio la ciudad no ha llegado al "límite" de que lo puede soportar desde el punto de vista turístico.
Aún así, desde el equipo de gobierno municipal se está "monitorizando" la situación, que es "intermedia", con "saturación" en algunas zonas del casco histórico, que es Patrimonio de la Humanidad, por lo que no se descarta que a medio plazo sea necesaria su imposición para garantizar los "servicios de seguridad, de mantenimiento y de limpieza".
Por la apertura del debate
En Granada, la alcaldesa, Marifrán Carazo (PP), ha mostrado su disposición a abrir el debate sobre la implantación de la tasa turística bajo el liderazgo de la Junta de Andalucía y de la mano del sector.
Carazo enmarca el debate sobre la implantación de este canon en el problema de financiación de los ayuntamientos, que prestan una serie de servicios para los que, dice, no disponen de los suficientes recursos, especialmente en el caso de las ciudades turísticas como Granada, cuya afluencia de visitantes obliga a "multiplicar" esas prestaciones.
De ahí su disposición a abrir un camino que en su opinión debe ir dirigido a beneficiar a la ciudad en general y al sector turístico en particular por su aportación al empleo y a la actividad económica.
Una opinión que comparte el alcalde de Cádiz, el popular Bruno García, quien en el pleno del pasado mes de enero se abstuvo en la votación de la propuesta de Adelante Izquierda Gaditana de solicitar a la Junta permiso para implantar esta tasa.
La abstención del PP, que permitió la aprobación de la propuesta, sorprendió, ya que hasta ahora el alcalde aseguraba que implantar esta tasa a los turistas no era una prioridad de su gobierno y que había otros medios para cuidar la ciudad. "Todo no es prohibir y cobrar", dijo.
Bruno García explicó después que, con la abstención en el pleno, el PP quería mostrar que no estaba en contra de que se abriera el debate sobre una medida que no se plantea promover.
De la prudencia al rechazo
En Almería, el Ayuntamiento se muestra "prudente" a la hora de estudiar la aplicación de una posible tasa turística, explica a EFE el concejal de Turismo, Joaquín Pérez de la Blanca (PP).
Según este edil, actualmente y por fortuna esta ciudad no tiene un "problema de masificación" como sí puede ocurrir en otros destinos: "Creemos que lo prudente y sensato es esperar a ver cómo funciona esta medida en otros lugares para actuar en consecuencia", indica.
Las únicas capitales que hasta ahora han manifestado su rechazo a la medida han sido Huelva y Jaén.
Desde el ayuntamiento onubense, en manos del PP, aseguran que la tasa no se va a aplicar en la ciudad. Consideran que los municipios necesitan más recursos y para ello es necesario mejorar su financiación, pero no crear nuevos impuestos al sector turístico.
El gobierno municipal de Jaén (PP y Jaén Merece Más) descarta también la aplicación de la tasa turística en la capital. El concejal de Turismo, Vicente Oya, asegura que la apuesta municipal pasa por implantar una estrategia para atraer turismo monumental, cultural, histórico y también gastronómico, "pero sin tener que pagar ningún gravamen".
Una política, añade Oya, que ha dado como resultado que Jaén cosechara en enero sus mejores datos de la serie histórica en pernoctaciones, según el INE.
