La consejera dice que ha solicitado al tribunal toda la documentación del caso
La consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, ha admitido que su departamento dispone de "pocos datos" acerca de la presunta negligencia de un pediatra de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), cuyo posible error en el diagnostico derivó posteriormente en la muerte de un bebé de dos años, tras reconocer que la información que le ha llegado del caso ha sido a través de los medios.
A preguntas de los periodistas en Sevilla tras presentar los últimos datos de lista de espera quirúrgica, Montero ha admitido que "por la información publicada, parece que la familia ha acudido directamente a los tribunales y no interpuso ninguna reclamación ni queja previa en nuestro centro sanitario, que nos permitiera anticipar la información".
De hecho, ha reconocido que han sido los tribunales los que se han dirigido al centro de salud "para requerir toda la documentación relativa a este caso", si bien ha puntualizado que, en dicha documentación ya aportada, "está la constancia de que la familia ha sido atendida en los diferentes momentos en los que ha requerido la atención del médico", tal y como constan "en las diferentes exploraciones y datos relativos a esa atención".
Aún con todo, ha admitido no disponer de "ningún dato previo", ya que "no se había puesto en conocimiento del centro. Y eso, evidentemente, nos ha impedido realizar una investigación previa", ha proseguido.
Sea como fuere, si ha recordado que "cuando ya los temas llegan a los tribunales, la Consejería lo que hace es ponerse a disposición de la justicia y no realiza juicios paralelos".
"Todos los datos le serán remitidos a los tribunales para que sean ellos los que determinen si se produjo una buena atención médica o si hubo alguna parcela o área en la que no se actuó con la suficiente diligencia", ha zanjado.
Según publica este miércoles el rotativo Diario de Sevilla, la juez de Instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, ha citado a declarar como imputado el próximo día 3 de febrero a un pediatra al que se atribuye una presunta negligencia médica por el error en el diagnóstico de una bronconeumonía que fue tratada como un "resfriado común" y que provocó la muerte de un bebé de dos años y tres meses al que había visto tres veces en la misma semana.
Según este diario, los hechos se remontan al 9 de febrero de 2009, cuando la madre de la pequeña acudió al centro de salud Nuestra Señora de la Paz, en San Juan de Aznalfarache, para que su hija Diana fuese asistida de un cuadro de fiebre.
El pediatra V. H. C. M. diagnosticó un "catarro banal" y prescribió un tratamiento con antitérmicos. Como la fiebre no cedía, la madre volvió a los tres días -el 12 de febrero-, donde el pediatra vuelve a confirmar el diagnóstico de "síndrome febril de evolución corta sin ni siquiera tomar la temperatura de la menor ni explorarla".