Barraca de coplas con acento italiano sobra las tablas del teatro. ¡Bona sera! comparsistas buenos desde la Mezquita. Pasodobles afinadísimos, habituales en este grupo completan un apartado esperado, con gran soporte de la orquesta que luce en su disposición sobre el el escenario, que el público aprecia. Los cuplés fueron buenos para ser de comparsa. El popurrit comenzó con toda una exhibición de recursos musicales a través de intrumentos atípicos que encandilan. El laud es todo un colchón para unas voces que lo bordan. El enorme desarrollo del “largo” da un vuelco a la actuación.
lo mejor
Las voces, la afinación y el transcurrir de un popurrit ensayadísimo y rico en repertorio.
lo peor
No llego a comprender la frialdad que siempre ha traído el tipo italiano y ellos lo han acusado.
el público
Ha estado respetuoso y escuchando. Este grupo muestra recursos para disfrutarlo y el respetable ha estado en su papel respetando.