Desde siempre he tenido una duda en esto de las coplas de febrerillos locos y nunca nadie me la ha resuelto. ¿Todos los componentes de una agrupación suscriben lo que cantan y lo toman como propio o fingen sentir de corazón lo que sale por sus gargantas?
Esa duda volvió a mi mente el pasado lunes con la actuación de la comparsa de Juan Carlos Aragón, Los Príncipes, en la que el autor salió en defensa de El Taka, chirigotero contra el que en 2010 el Sindicato de Policía Local (SPL) interpuso una querella por injurias y calumnias por un pasodoble de Los famosos en la que criticaba la actitud de algunos policías locales de Cádiz. Hasta ahí bien, ya que de hecho primó la libertad de expresión de El Taka y el juzgado así lo estimó y archivó la querella.
Al grano: Si Aragón, con una letra magistralmente escrita en su forma y con un fondo que se puede compartir o no, ya que la opinión es suya, carga contra la policía por denunciar a un compañero chirigotero, ¿los quince integrantes de la comparsa también lo hacen?
El pasodoble dedicado a la Policía comienza con un elocuente “no me gusta como sale usted a la calle” y continúa con estrofas como “no me gusta como mira, no me gusta como anda, no me gusta que me pida ni mi nombre ni el carné”, o “no me gustan sus pistolas porque se disparan solas, ni que pase por mi calle solamente pa multar al que aparca regular”, para ser rematado con “deje que me queje del dinero que por esto mi gobierno le ha pagao, que pa tener un trabajo como el que usted tiene prefiero seguir parao”.
Entonces, y ésa es mi gran duda, me gustaría saber si los quince intérpretes de su grupo se adhieren en su totalidad a lo criticado en el pasodoble o si, por el contrario, ya que desconozco sus situaciones laborales y financieras, más de uno se dejaría dejaría golpear el escroto con una bola de goma de los antidisturbios referidos en la misma copla interpretada para poder así conseguir el sueldo y la estabilidad en el empleo que poseen esos policías a los que tanto se ha criticado en la letra del pasodoble.
Y que conste, desde siempre me he declarado juancarlista. O sea.