Quizá sea lo más práctico para el Jurado del COAC dar el corte arriesgado y polémico de cuartos a semifinales y no esperar a que algo se catalogue como cajonazo y dar el fallo que pocos comparten de semifinales a la Final.
Que si falla el fallo del Falla, valga la aliteración, siempre puede ser contestado por los emisores y los defensores del fallo con el manido “la calle dará a las agrupaciones el sitio que no tuvieron en el Concurso” o “el fiel aficionado, jurado popular y soberano, premiará lo que otros os quitaron”.
Hay cosas que caen por su propio peso y no quiero pecar de corporativismo aunque la agrupación a la que me voy a referir lleva por tipo el de los periodistas de Billy Wilder en la película Primera Plana. Itero que hay cosas que caen por su propio peso o en caso contrario, caerán por la fuerza de la gravedad... de la gravedad de un fallo injusto, y el meollo no es otro que la defenestración de la chirigota de Vera Luque en los cuartos de final del Concurso de las coplas de febrero.
No soy fanático, ni parcial. Tengo mis preferencias y mis gustos, como es natural.Que me ha gustado la chirigota The Cádiz Post Times: el periodico de la mañana, pero no mu temprano,no lo niego. Que han sido injustos con ellos y que los han baremado tomando como referencia su primer premio del año pasado, lo sospecho.
Si eso es así, ¿por qué es más frecuente que algo así suceda en las modalidades de cuartetos y chirigotas? ¿Acaso a las vacas sagradas de comparsas y coros (sin ofender a nadie) no se les puede hacer lo que parece ser una broma macabra?
Y no me paro en Vera Luque, hombre ya con nombre y con un primer premio del COAC en su haber. También podría referirme a Sheriff, o a la eliminación del joven cuarteto Costa Tacita. Y puedo referirme tambien a lo sucedido con Los diestros muu diestros, chirigota de Puerto Real, que ha realizado un concurso formidable y merecían estar en las semifinales, aunque en este caso, por tener menos nombre, parece que estos chirigoteros ni sienten ni padecen.
Del fallo en comparsas y coros hablaré otro día, cuando digiera que no veré más a los gitanos de El Puerto sobre las tablas del Falla. O sea.