La caseta municipal de recinto ferial de Paterna de Rivera se convirtió el pasado sábado en punto de encuentro de centenares de personas dispuestas a disfrutar de las numerosas actuaciones de cante y baile que, con motivo del II Festival Flamenco ‘El Alcaucil’, se desarrollaron sobre las tablas de este espacio cultural. Una cita festiva y flamenca que se tornó emotiva cuando llegó el momento del nombramiento del artista alcalaíno Jesús Cuesta Arana, como Socio de Honor del CEIP El Alcaucil, entidad organizadora del evento.
Así, cantaores flamencos llegados de toda la provincia, grupos rocieros y de baile, guitarristas, etc.; deleitaron al público presente en la caseta municipal, y arroparon al homenajeado en este entrañable y exitoso acto.
El artista Jesús Cuesta Arana, pintor, escultor y escritor, “alcalaíno y paternero de adopción’, se convirtió en protagonista del festival, cuando fue reclamado sobre el escenario para hacerse efectivo su nombramiento como Socio de Honor de El Alcaucil, un reconocimiento con el que esta asociación cultural y flamenca de Paterna ha querido agradecerle “su aportación y entrega a la cultura, su apoyo al CEIP El Alcaucil desde su fundación y sus atenciones para con el pueblo de Paterna de Rivera, donde cuenta con cinco monumentos”.
Ovacionado, aclamado y aplaudido por el público, un emocionado Cuesta Arana se vio obligado, al terminar su discurso, a saludar varias veces agradeciendo tal acogida y animando al Centro de Estudios e Investigaciones Paternero El Alcaucil “a seguir apostando por las tradiciones, la cultura y el flamenco que tanta identidad dan a Paterna de Rivera” y que “tan necesarios son fomentar en estos tiempos”.
Durante el nombramiento y a petición del nuevo Socio de Honor de El Alcaucil, subieron al escenario, actuando como maestros de ceremonia, los artistas Rufino de Paterna, ‘El Cachorro’ y ‘El Quini’ de Alcalá de los Gazules, además de directivos del Asociación de El Alcaucil, y de Luis Rivas, reconocido crítico taurino y colaborador asiduo del Información, quién dedicó, a modo de cierre, unas palabras a Jesús Cuesta Arana, “un hombre de campo y de pueblo”, destacando su lado humano y su “entrega sin límites al arte y la cultura”.