El Papa Francisco ha instado a continuar orando por la paz y ha pedido que se "ponga fin a la violencia en Siria", después de haberse enterado "con preocupación" de la reanudación de la violencia en algunas partes de la zona.
Así lo ha indicado el Papa este primer domingo de Cuaresma desde el Hospital Gemelli de Roma, donde permanece ingresado desde el 14 de febrero, en el discurso que ha dejado escrito para el Ángelus, publicado por el Vaticano, en el que también da gracias por la atención que está recibiendo por parte de los trabajadores sanitarios.
"Me he enterado con preocupación de la reanudación de la violencia en algunas partes de Siria: espero que cese de una vez por todas, con pleno respeto de todos los componentes étnicos y religiosos de la sociedad, especialmente los civiles", ha manifestado el Pontífice.
El Papa ha hecho referencia a la crisis de violencia que ha estallado esta semana en la costa mediterránea de Siria, donde fuerzas de seguridad de las nuevas autoridades del país se están enfrentando con partidarios del antiguo régimen del expresidente Bashar al Assad, entre denuncias de masacres contra la población civil a manos precisamente de los efectivos de Damasco.
A este respecto, la organización Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha alertado de que han sido "ejecutados" más de un millar de civiles, la mayoría alauíes, en lo que ha descrito como una operación encubierta de represalia orquestada por las fuerzas de seguridad de las nuevas autoridades.
PALABRAS HACIA EL VOLUNTARIADO
En este contexto, el Papa exhorta a vivir la Cuaresma como "un tiempo de purificación y renovación espiritual, un camino de crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad", al tiempo que continúa, como hace puntualmente cada día, pidiendo oraciones por él mismo, asegurando las suyas también por las naciones en guerra.
"Juntos seguimos invocando el don de la paz, en particular en la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Líbano y Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo", ha manifestado.
El Papa también ha destacado en "nuestras sociedades demasiado esclavizadas a la lógica del mercado, donde todo corre el riesgo de someterse al criterio del interés propio y de la búsqueda del beneficio, el voluntariado es profecía y signo de esperanza, porque testimonia la primacía de la gratuidad, de la solidaridad y del servicio a los más necesitados".