El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes un Real Decreto para proteger a la economía española del posible impacto de los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Se trata de un conjunto de medidas, anunciadas la semana pasada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que movilizarán en total 14.100 millones de euros con el objetivo de mitigar los efectos negativos de la guerra comercial emprendida por Estados Unidos "y tejer un escudo" que proteja a la economía española.
Estas medidas conforman lo que el Ejecutivo ha denominado 'Plan de respuesta y para el relanzamiento comercial' y son adicionales a las adoptadas por el bloque comunitario para responder a la decisión del presidente de Trump de imponer unos aranceles del 20% a la Unión Europea y del 25% para todas las importaciones de vehículos fabricados en el extranjero.
De los 14.100 millones de euros que movilizará este plan, 7.400 millones serán de nueva financiación y otros 6.700 millones de euros se emplearán de instrumentos ya existentes para impulsar distintas medidas, con dos grandes pilares como objetivos: proteger a empresas y trabajadores, y reorientar la capacidad productiva española, buscando nuevos mercados e impulsando las exportaciones "bajo el prisma" de la autonomía estratégica.
En este contexto, se recanalizarán 5.000 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para aquellas industrias y empresas cuya actividad pueda verse mermada por el "shock arancelario", a fin de que puedan transformar y reorientar sus capacidades productivas hacia nuevos sectores con alta demanda.
Así, con el fin de ayudas a las empresas a encontrar nuevos mercados y ampliar sus exportaciones, habrá una partida de 2.000 millones de euros en seguros de crédito y coberturas de riesgo a la exportación; 500 millones de euros para la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas, y un plan específico del ICEX para ayudar a los sectores afectados por el nuevo escenario comercial a afianzar su posición en Estados Unidos y a acceder a nuevos mercados.
En el marco de este plan se pondrán en marcha dos líneas de avales y de financiación intermedia del ICO, dotadas con 6.000 millones de euros, para facilitar a las empresas acceso a financiación y satisfacer sus necesidades de circulante.
Se impulsará además un fondo de apoyo a la inversión industrial productiva, dotado con 200 millones de euros, para dar préstamos o participación en capital para modernizar o instalar nuevas plantas productivas; se ejecutará este año el Plan Moves III aprobado recientemente en el Consejo de Ministros (400 millones de euros), para estimular el sector del automóvil, y se activará el mecanismo RED (los ERTE) para los sectores que lo necesiten a fin de salvaguardar el empleo de las empresas más golpeadas por la guerra comercial hasta que su actividad se recupere.
Para articular todas estas medidas y garantizar su buena ejecución, se creará una 'Comisión Interministerial para la Respuesta y el Relanzamiento Comercial' presidida por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
LO QUE ESPAÑA PIDE A LA UE PARA LA RESPUESTA UNITARIA DEL BLOQUE
Para maximizar los resultados del plan de respuesta español, el Gobierno pedirá a la Comisión Europea que adopte una serie de medidas de urgencia a nivel comunitario.
Entre ellas, se encuentra la activación de un marco especial de ayudas de Estado, que dote de mayor flexibilidad a las medidas de apoyo nacionales; la creación de un fondo de ayuda a los sectores afectados, financiado con la recaudación de los aranceles comunitarios; la revisión de algunas normativas comunitarias para apoyar a los sectores que se verán más afectados por los aranceles de EEUU, y la aceleración de los trabajos necesarios para lograr la ratificación del acuerdo con Mercosur.
El Gobierno español quiere que Bruselas que acelere la integración del mercado único en ámbitos como la regulación, los servicios digitales o los flujos financieros; ampliar y diversificar sus vínculos comerciales con el resto del mundo y desplegar "un paquete de contraaranceles" y otras medidas de seguridad económica y de autonomía estratégica abierta.