El portavoz de Ciudadanos advierte que se mantienen edificios fuera de ordenación e impide la instalación de franquicias, hipotecando la calle Real.
El portavoz del Grupo Municipal Ciudadanos por San Fernando y coordinador oficial del partido, Javier Cano, ha advertido de la reciente modificación puntual del Peprich, y llama la atención sobre el plazo de audiencia pública, que está ya corriendo.
El pasado día 2 de doviembre, se publicó en el BOP de Cádiz, un decreto de Alcaldía de fecha 3 de octubre de 2011, que declara aprobado inicialmente la Modificación Puntual 1ª del citado Plan Especial, abriendo un plazo de un mes para la presentación de alegaciones por cualquier interesado.
En primer lugar, llama la atención la escasa difusión que por el servicio municipal de Urbanismo se le ha dado a esta modificación puntual, y a su trámite de audiencia pública, que empezó a contar el día 2 de noviembre.
En segundo lugar, Ciudadanos critica que no se haya aprobado una reforma integral del instrumento de planeamiento, del que la experiencia ha constatado que impide la implantación de franquicias en su ámbito de aplicación, por las extraordinarias medidas restrictivas que impone sobre la propiedad.
En tercer lugar, también es objeto de censura el hecho de que da a entender que hace perdurar la existencia de Edificios fuera de Ordenación, en la modificación del artículo 6.6, aptdo 2.a. También se mantienen restricciones sobre garajes en las fincas afectadas por su ámbito de aplicación.
Ciudadanos entiende que era una buena oportunidad para haber regularizado por zonas las alturas de las casas catalogadas y habría servido para permitir la apertura de grandes escaparates en las plantas bajas de los inmuebles catalogados.
“En definitiva, se desaprovecha una ocasión para hacer el centro más habitable, sostenible y productivo, en un momento tan precario económicamente”, dice Javier Cano.
Ciudadanos está convencido de que hubiera sido una solución para paliar tanto desempleo en la ciudad, ya que la dinamización de la calle Real, la apertura de establecimientos comerciales y el incremento de la densidad de población, rebajando las restricciones estructurales sobre las viviendas catalogadas, habría constituido un verdadero motor en este declive financiero y económico.