A lo largo de 2008 casi se duplicaron las denuncias por abusos sexuales a menores, con un total de 48 casos atendidos por la Delegación Provincial para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta de Andalucía frente a los 26 que salieron a la luz en 2007. Uno datos que según la delegada, Carmen Lloret, “no significan que en la sociedad onubense se hayan multiplicado los abusos, sino que se ha mejorado la red para detectarlos y, además, las familias se atreven a denunciar pese a los estigmas sociales”.
El balance del pasado ejercicio del Programa de Atención a Casos de Abuso Sexual Infantil indica que 19 casos fueron detectados por el Servicio de Prevención y Apoyo a la Familia de la propia Delegación, que en 2007 derivó nueve denuncias. Asimismo, el Servicio de Protección a Menores tramitó nueve casos en 2008, tres más que el año anterior, mientras que los órganos judiciales derivaron 19 denuncias el pasado año y 11 en 2007 y, finalmente, los Servicios Sociales Comunitarios pasaron a Igualdad un caso cada año.
En este sentido, Lloret explicó que las denuncias provenían en la mayorías de los casos de las propias familias, “que cada vez más se atreven a enfrentar esta grave situación”, así como de los centros sanitarios y educativos, 2cada vez más alerta sobre este problema”, y del Teléfono contra el Maltrato al Menor y el Teléfono de la Infancia (900-851818).

Evolución de los casos
En cuanto a la atención a los menores afectados, la delegada destacó que la evolución de los casos tratados es “favorable”, ya que se ofrece atención psicológica, social y jurídica al niño y a su familia para que “puedan gozar de una inserción adecuada y realicen una vida normal y feliz, jugando sin peligro en las calles onubenses, al tiempo que se lucha contra las personas que piensan que los menores son susceptibles para hacerles daño o abusar de ellos”.
Para ello, el Programa de Detección de Abusos a Menores y el Servicio de Prevención y Apoyo a la Familia son, según Lloret, “la puerta de entrada a una red en la que intervienen Salud, Educación, Justicia y Servicios Sociales” para detectar, evaluar y atender a los menores y a sus familias”.

Alerta ante cualquier cambio en los niños
Los mayores síntomas que pueden alertar de que un niño está sufriendo abusos sexuales son, según Lloret, “los cambios totales de actitud como dejar de comer, dormir, no querer jugar, no sonreír, llorar sin razón, agresividad, muestras de pudor o cualquier actitud que antes no ha sido normal”.