La medida del Ministro Montoro era una medida muy esperada por las administraciones locales, también por el Estado, y lo era por varias razones importantes. Primero porque la deuda de las administraciones locales con los principales proveedores y empresas concesionarias de servicios es insostenible y está haciendo peligrar que los Ayuntamientos puedan prestar a sus ciudadanos los servicios que se merecen en contraprestación al pago de sus impuestos. Segundo porque va a permitir conocer con la mayor exactitud posible cual es el déficit real de las administraciones públicas y la realidad del agujero negro que al que, desafortunadamente tenemos que hacer frente los españoles e incluso si las empresas están dispuestas a hacer una quita importante, reducir el déficit con una medida financiera y no presupuestaria. Tercero porque ya era hora de que un gobierno se decidiese a implicar al sector financiero en dar soluciones a la situación económica actual y que fluya el dinero de los que hacen de aquel su principal negocio. Y cuarto, por justicia con los miles de proveedores que llevan años financiando a las administraciones locales a pesar de que su negocio no es ser un banco y que van a ver como agua de mayo que su deuda se traspase a las entidades financieras
El gobierno del Partido Popular, le pese a quien le pese, está adoptando medidas efectivas y que van encaminadas a recuperar la credibilidad de España, el control del gasto no necesario. Lo importante que consigamos curarnos de la enfermedad y todos sabemos que tendremos que soportar algunos efectos secundarios. Pero es lo que hay que hacer si queremos que el enfermo vuelva a respirar.
Algunos intentan argumentar que esto incrementará el déficit, pero no sólo no es cierto sino que quien lo dice, o desconoce la medida o miente para poner zancadillas en el camino. Esto traslada la deuda de proveedores a entidades financieras y por el camino, gracias a las condiciones de prioridad, se puede ver reducida de forma importante por renuncia a parte de la deuda. ¿Y los intereses dicen otros? Mucho menores por la financiación bancaria que por los intereses de demora de la deuda vencida y no pagada. Si sale bien, que saldrá, jugada redonda.
Lo peor de toda esta historia es que muchas de las dolencias que tenemos ahora se podrían haber evitado o, al menos, mitigado. Si hubiésemos aprovechado el ciclo próspero de la economía para haber saneado las cuentas municipales y no querer acaparar el control de la actividad económica, ni haber utilizado las administraciones como agencias de colocación de personas cercanas, o malgastar con medidas populistas, otro gallo cantaría. Y esto hubiese sido así en España, Andalucía y Jerez.
Rajoy y su equipo saben lo que se traen entre manos. Saben cómo resolver la situación de España aunque no sea un camino de rosas. Y eso, querido amigo es extrapolable a Andalucía y a Jerez. En eso, y no en otras cosas, es en lo que deberíamos estar todos.