Queda mucho por andar para conocer la comarca gaditana de La Janda. Nuestro camino será largo... pero albergándonos cada semana en sus pueblos será suficiente para poder continuar. Sigamos.
-Hoy, ¿dónde iremos en primer lugar?
-No sé por dónde podemos comenzar nuestra andadura... Estoy pensando que podríamos subir al cerro dónde se encuentra el Castillo. ¡Sí! Vamos hacia allá.
-¿Entraremos dentro del Castillo? ¿Veremos sus habitaciones? ¿Y los lugares dónde luchaban los guerreros?
-No. Eso va a ser imposible.
-¿Por qué?
-En el siglo XIX, al igual que en todo el territorio peninsular se produjo en Alcalá de los Gazules la ocupación napoleónica, a cuya marcha los franceses volaron el Castillo al que nos dirigimos. Suerte que todavía podemos contemplar sus vestigios.
-¿Los franceses no sabían que ese Castillo era patrimonio?
-Quizás no... Si lo hubieran sabido, como tú, seguro que no comenten tal atrocidad, ¿verdad?
-¡Claro! Ellos no supieron valorar tal obra.
-Seguro que fue así. El Castillo fue construido por los musulmanes entre los siglos XII y XIII sobre una edificación romana y estuvo en uso hasta 1811, año en que fue destruido durante la Guerra de Independencia Española. Hoy sólo se conserva parte de la Torre del Homenaje.
-¿Qué es la Torre del Homenaje? En Medina también hay una Torre llamada así, conocida como Torre de Doña Blanca. No me cuadra que haya tantas torres con el mismo nombre.
-Pues, es así. Torre del Homenaje es un nombre genérico que recibían las torres más destacadas de los castillos desde la Edad Media. Solía ser más alta que la muralla, y por lo general se aislaba del resto de la fortaleza.
-¿Es como una torre principal?
-Sí, además servía de residencia al señor cumpliendo con las funciones más destacadas del mismo, ya que albergaba las estancias principales. Era también la parte más resistente a un posible ataque exterior, de forma que si cayese el resto de las defensas, esta torre proporcionaría un último refugio a reyes, nobles y vasallos, e incluso a parte de la población.
-Pero una sola torre, no ampararía a todos.
-Tal vez no… a ver, ¿cómo te dije que se llamaba la población en época musulmana?
-No lo recuerdo…
-No te preocupes: Qalat at Yazula y más tarde…
-“¡Castillo de los Gazules!”, porque Qalat significa “fortaleza”.
-¡Así es!
-Y es Alfonso XII quien le da el nombre de Alcalá.
-¡No! Muchacho, no te confundas. Fue Alfonso X, el Sabio, hijo de Fernando III, el Santo. Fue este rey el que en 1248 la conquistó a los musulmanes, volviendo a ellos hasta 1264, año en que dicho Alfonso la reconquistó definitivamente convirtiéndose en territorio cristiano.
-Ahora lo recuerdo. Pero es difícil quedarse con tantos datos. La Historia es muy compleja, y a veces no entiendo muchas cosas.
-No tienes que preocuparte por ello… ¡Claro que hay cosas que no entiendes! Los propios historiadores, a veces, no se ponen de acuerdo a la hora de escribir sobre la Historia. Se me viene a la mente una cita del humorista español Enrique Jardiel Poncela: “Historia es, desde luego, exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es exactamente lo que sucedió”.
-Quieres decir que, ¿toda la Historia estudiada es falsa?
-¡No! En absoluto. La historia como disciplina científica tiene un valor importantísimo en la existencia de la humanidad. Con ella podemos interpretar y explicar la realidad del presente, analizando las posibles causas que han dado lugar a determinadas circunstancias del momento actual. Lo que quería decir es que la Historia está sujeta a la interpretación del historiador, es algo personal y por tanto, aunque se tienda a la objetividad, sin hacer juicios de valor o juzgar moralmente a sus protagonistas, siempre estará presente una parte de subjetividad dependiendo del enfoque que se le dé al hecho histórico.
-Ahora entiendo. Veo la complejidad de su estudio y la importancia que tiene la historia en nuestras vidas, ¿verdad?
-Así es. Vamos a continuar con nuestro recorrido por el Castillo. Tras el crecimiento de la ciudad pasa a denominarse “Castillo de Alcalá de los Gazules”. Parece, como ya te he comentado, que mantuvo su utilidad defensiva hasta 1810, año en que el pueblo es invadido por las tropas francesas, resistiéndose a pesar de ser minoría numérica.
-¿Y el pueblo se sublevó?
-Parece que sí. Sin embargo, era de esperar la represalia de los de Napoleón. Al mando del general Manbourg acabaron con gran parte de la población, saqueando el pueblo y destruyendo el portentoso castillo.
-Ya…
-Fíjate cómo se encuentra, en estado totalmente ruinoso, aunque con la mismísima esencia de lo que fue…Además de ser el punto más alto, queda en pie, parte de la ya nombrada Torre del Homenaje, de planta rectangular con muros en forma de talud, quedando aún restos de una bóveda, un arco ojival, la puerta y su división en tres plantas, que marcan sus diferentes épocas.
-¿Qué es un arco “ojival”?
-Te respondo con otra pregunta: ¿sabes qué es un arco apuntado?
-Sí, un arco que acaba en forma de punta, como si fuera una flecha.
-Muy bien, pues es exactamente el mismo pero con distinto nombre.
-Comprendo. Pero, si su estado es ruinoso, algo se tendrá que hacer para que esas ruinas no desaparezcan para siempre, ¿no?
-Sí, claro que sí. Actualmente dicha torre está siendo sometida a un proceso de restauración desde el año 2006. Con ello se llevará a cabo una posible interpretación de la función que tuvo y el espacio que ocupó, así como del sistema defensivo, mediante la conservación y restauración de los restos de su entorno más inmediato.
-Es lo menos que se puede hacer, ¿verdad?
-Sí, ¿te cuento algo? En 1984 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento.
-¡Qué bien!
-Hoy dicho vestigio pertenece al Sitio Arqueológico de Alcalá de los Gazules. Bueno, creo que debemos ir bajando…
-Sí.
-Ahora nos encontraremos con el Beaterio de Jesús, María y José, hoy residencia de ancianas y colegio, regentados por una orden religiosa exclusiva de Alcalá de los Gazules, fundada en 1788. Pero hablando de Bienes de Interés Cultural, nos vamos a dirigir a la Iglesia de San Jorge, que también fue declarada BIC en 2006.
-¡Sí, vamos! ¿Está muy lejos?
-No, iremos paseando hasta llegar a ella. Se encuentra en el punto más alto de la ciudad, en la denominada “Plaza Alta”… ¿sabes? Esta iglesia es uno de los primeros edificios levantados en Alcalá de los Gazules, considerada así un elemento clave en la configuración del urbanismo de la actual ciudad.
-¿Cómo punto de partida de sus calles?
-Pues… sí, podríamos denominarlo así, por su ubicación en la zona más alta, su enorme edificación y como no, su torre campanario, de gran envergadura edificatoria y cuya verticalidad hace de la Iglesia el hito paisajístico más relevante de la perspectiva urbana. Este inmueble se convierte por tanto, en un elemento inseparable de la fisonomía que define la ciudad.
-¿Por qué?
-Recuerda… cuando nos dirigíamos hacia Alcalá, ¿qué es lo primero que viste?
-Una torre… ¡Esta torre!
-Es esa torre campanario la que se convierte en emblema de la ciudad. Algo común en todos los pueblos y ciudades, no sólo del territorio peninsular. La población se identificará con algo que le haga diferente al resto de municipios, y optará como tal, por su iglesia mayor, su ayuntamiento, ¿me entiendes?
-Sí.
-Siguiendo con San Jorge, a pesar de que hoy es Iglesia, el edificio fue construido sobre el solar de una antigua mezquita, como gran cantidad de iglesias tras la reconquista cristiana.
-¿Cómo es eso?
-Muy sencillo, tras la invasión musulmana el territorio peninsular fue cristianizado, y serían los mismos cristianos los que reaprovecharon los santos lugares del Islam para levantar su lugar de culto, del mismo modo que fueron los musulmanes los primeros en reutilizar iglesias visigodas para adaptarlas a mezquitas.
-Es una cadena.
-Sí, tú lo has dicho. Una cadena donde los eslabones son las distintas fases de la historia, de ahí que podamos observar en muchísimos edificios, distintos periodos de construcción.
-¡La ermita de los Santos Mártires en Medina!
-¡Vaya! No la olvidas muchacho.
-¡No! Casa romana, basílica visigoda, torre musulmana… es un reaprovechamiento por parte de unos pueblos y otros.
-Sí. Pues aquí, igual. La mayor parte de lo que hoy vemos fue construido en la primera mitad del siglo XVI. Pero tras la Reconquista, se levantó la denominada Ermita de San Jorge, considerada ya en el siglo XIV Iglesia Mayor. Hubo dos ermitas más, la de San Vicente y San Ildefonso que centrarían las primeras collaciones de la Villa y de su vida religiosa.
-¿Qué son “collaciones”?
- Pues una collación es sinónimo de parroquia, es decir un territorio que depende de una iglesia parroquial.
-¿Un barrio?
-Sí, también tiene el significado de barrio y de división administrativa municipal, sobre todo para efectos fiscales y de reclutamiento militar. Pero en 1524 las tres ermitas se refundirían en la actual Iglesia de San Jorge.
-Y, ¿este edificio que está junto a la iglesia?
-Es la Casa del Cabildo, o antiguo Ayuntamiento. Aunque su reciente restauración le da un aspecto muy actual, su construcción se remonta a mediados del siglo XVI. Como puedes ver, destaca por el contraste de colores y los seis vanos de su parte superior que forman el clerestorio, dando luz a su interior.
-Son muy diferentes las dos fachadas.
-Totalmente distintas. No olvides que pertenecen a edificios con funciones diferentes: civil y religiosa. Fíjate en la portada de San Jorge.
-Sí.
-¿Qué ves?
-No se distinguen bien, pero creo que hay figuras.
-Así es. Se trata de San Jorge a caballo y el dragón.
-¿El dragón?
-Sí. San Jorge de Capadocia es un santo legendario. No existen datos biográficos por lo que su existencia es un tanto dudosa, aunque su veneración está muy arraigada en algunos lugares. Desde el siglo IV hay inscripciones que lo citan consagrándosele iglesias y monasterios, sobre todo en el imperio bizantino, incluso en el siglo VI se veneraba su tumba en Palestina. Dicha veneración pasó de Bizancio a Roma, Rávena, Ferrara, Milán, Francia, Alemania e Inglaterra, incluso a la Península Ibérica.
-¿Y cuales son las leyendas que hay sobre San Jorge?
-Una primera leyenda basada en la obra apócrifa Passio Georgii, del siglo V, cuenta como Jorge de Capadocia, había sido profundamente educado en la religión cristiana. Se convirtió en oficial de las milicias, y parece que se confesó cristiano delante de la corte del emperador Diocleciano. Al negarse a hacer sacrificios a los dioses, fue martirizado de una manera espectacular.
-Y, ¿murió?
-Sí, tres veces y tres resucitó, antes de que se le cortara definitivamente la cabeza el 23 de abril de 303.
-¿Cómo es posible?
-Ahí está la magia de las leyendas, puedes creerla o no…
-¿Hay más?
-Sí, pero tenemos que seguir descubriendo el pueblo que nombraba tu abuelo, ¿no?
-Sí, sí. Pero quiero saber más sobre San Jorge.
-Hay una segunda leyenda, con la que realmente comienza su devoción, a partir de las cruzadas. Y es la que se representa en el tímpano de la portada: San Jorge como “libertador de la joven amenazada por el dragón”.
-¡Veo a la joven! Como si estuviera flotando más arriba del dragón…
-Sí. Esta leyenda parece tener su origen en una falsa interpretación que los cruzados hicieron de una imagen de Constantino, que se encontraba entonces en Constantinopla. La leyenda fue escrita en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine en su obra La Leyenda dorada y ambienta la acción en el país de Libia. Durante las Cruzadas, el rey Ricardo Corazón de León se convenció de que San Jorge tenía un gran poder de intercesión en favor de los que lo invocaban y llevó su devoción a Europa, especialmente a Inglaterra. En la Península Ibérica, también fue muy venerado, especialmente a partir de las Cruzadas, siendo patrón de Aragón y Cataluña. Jaime I, El Conquistador, también se ponía bajo su protección antes de entrar en combate.
-¿Quién era la joven?
-Era una joven princesa, hija de un rey. Fue otra de las víctimas de un enorme dragón, que hacía temblar la tierra. Cuando abría la boca, salía de ella fuego, cuando abría sus ojos y miraba a un hombre, aquél caía enfermo y moría. Terrible monstruo que andaba y volaba, destruía olivares, viñas y casas. Mataba animales y era temido por todos los habitantes que se encerraban al amparo de las grandes murallas las cuales no podían ser destruidas por el dragón.
-¿Pero eso es verdad?
-No olvides que es una leyenda ¿Sigo?
-Sí, sí.
-Al tiempo, empezó a faltar alimento a los habitantes de la ciudad. El dragón había destruido todo, pero comenzó a tener hambre y no encontraba nada que comer. Fue acercándose a la región, hasta que llegó a la capital donde vivía el rey. Los soldados quisieron proteger la ciudad, pero ninguno de ellos volvió. Todos murieron. Había mucho miedo entre la población, la cual pidió al rey que les protegiese. Pero éste mismo no podía hacer nada. Pasaba día y noche rezando y pidiendo ayuda a Dios. Convocó a los sabios del reino para que ingeniaran algo y salvasen de la muerte a los habitantes. Decidieron que sólo había un modo de satisfacer al dragón e impedir así la muerte de todos: tendrían que entregar a la fiera, todos los días, uno de los habitantes para que fuera devorado. Todos, incluyendo la familia del rey, deberían prepararse, para ser entregados al dragón y nadie podría negarse a dar su vida por los demás. Día a día, algún hombre, rico o pobre, alguna mujer, bella o fea sucumbía entre las fauces del dragón. Todos salían valientemente por la puerta de la ciudad, pero nunca volvían. Y es aquí dónde entra en juego la hermosa dama de la historia por la que preguntabas hace unos momentos.
-Parece un cuento de hadas.
-Es muy probable que sea el origen de los cuentos sobre princesas y dragones en occidente. Llegando el turno de la muy amada hija del rey, todos lloraban amargamente, y fueron muchos guerreros y jóvenes los que quisieron acudir en lugar de la doncella. Pero ella no permitió que nadie muriera en su lugar. Quería acudir como todos ante el terrible monstruo. Aquel día, nuestra princesa se dirigió a la puerta de la ciudad donde se arrodilló y rezó. Se despidió de todos y fue en busca del dragón. La princesa se puso a andar buscando al dragón. Éste al verla se dirigió hacia ella. La princesa se detuvo y comenzó a rezar. Fue cuando apareció delante de ella un gallardo joven montado en un magnífico caballo blanco, armado de pies a cabeza con una armadura negra… llevaba en la mano una fuerte y larga lanza.
-¿Era San Jorge?
-No te adelantes. Pero sí, era él. El mismo que aparece aquí en el tímpano de la portada.
-No pares. Continúa.
-Fue el mismo joven el que le dijo a la princesa que no temiera por su vida, que él la salvaría del monstruo. El dragón se acercó a San Jorge volando, y comenzó a echar fuego por la boca a su joven enemigo. No tenía miedo y el fuego no le hacía daño, porque estaba protegido por la armadura negra. Con su enorme lanza daba golpe tras golpe al dragón. La batalla duró horas, y el joven sin daño alguno, se hacía cada vez más fuerte. Cuando parecía desfallecer, la princesa rezaba mirando al cielo. Finalmente el joven alcanzó al dragón, y con lanza en mano dio al monstruo un terrible golpe cayendo muerto a los pies de la princesa. Ésta le preguntó que ¿quién era? A lo que él contestó: “Me llamo Jorge y soy extranjero. He venido sólo para salvarte del dragón…”. Jorge partió y la joven doncella volvió a la ciudad, donde el rey y todos los habitantes la recibieron con gran alegría. Ella explicó cómo era el caballero, a lo que rápidamente contestó su padre “Era San Jorge que bajó del cielo para salvarte”.
-¡Qué bonita historia! Pero, no entiendo bien, ¿qué relación hay entre San Jorge y Alcalá? Quiero decir, ¿por qué es su patrón?
-Muy sencillo ¿Recuerdas el día que fue decapitado San Jorge?
-Sí, el 23 de abril.
-Exactamente, pues fue ese mismo día cuando se produjo la entrada del rey Alfonso X, El Sabio en esta población, pero casi mil años después, en 1264, conmemorándose en las fiestas del pueblo dicha entrada y celebrándose la festividad en honor a este santo.
-Sigo sin entender, la relación entre esta historia y la iglesia.
-Dicha relación se basa en una antigua interpretación cristiana del mito o leyenda con un gran simbolismo religioso: Jorge sería el creyente; el caballo blanco, la Iglesia y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación, o Satanás. Otros piensan que podría ser una manifestación alternativa de San Miguel Arcángel, luchando contra el pecado al frente de las huestes celestiales. Éste sin embargo, se representa con alas. Hay opiniones que remontan la historia a raíces más antiguas que las cristianas, incluso se relaciona con el mito griego de Andrómeda y su salvador, Perseo. De todas formas, su iconografía ha sido representada hasta la saciedad en el mundo del arte, por artistas como Durero, Donatello, Rafael, Rubens…
-Comprendo.
-Acaban de cerrar la iglesia, y no hemos visto la otra portada. Deberíamos de volver a Medina. Tenemos que descansar. Volveremos otro día, queda mucho, y tenemos tiempo ¿Qué opinas?
-No quisiera irme sin entrar y sin visitar todos los lugares que nos quedan, pero llevas razón… San Jorge permanecerá por siempre en esta portada salvando a la princesa.
-Sí, y la piedra será el fiel testigo de su hazaña…
Un paseo por Alcalá de los Gazules (II)
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