Tras el final de Liga y a la espera de que se dispute la final de la Copa del Rey y el inicio de la Eurocopa, estamos en época de rumores sobre fichajes. De entre todos los leídos y escuchados hay uno que me ha llamado la atención: Yayá Touré.
Se especula con que José Mourinho le ha pedido a Florentino su fichaje a toda costa, algo que me vuelve a demostrar que el técnico portugués del Real Madrid sabe lo que hace. Sinceramente, me parece el fichaje perfecto para el conjunto blanco.
Parece obvio que la búsqueda de un acompañante para Xabi Alonso es algo prioritario para seguir completando el engranaje de este todopoderoso Real Madrid. Pues bien, el fichaje de Yayá Touré cumpliría todos los requisitos para una de las mejores apuestas para esa función. El marfileño es un absoluto todoterreno. Su etiqueta de jugador defensivo y su aspecto desgarbado hacen pensar de él que es otro mediocentro correcaminos de los que han triunfado en los últimos tiempos, pero nada de eso. Un jugador que está entre los diez mejores pagados del mundo no puede tener sólo esas cualidades.
Nada más lejos de la realidad. Combina una espectacular potencia física con un excelso toque de balón. La visión de juego de este jugador y su altísimo porcentaje de acierto en la toma de decisiones le hacen un jugador de primer nivel mundial. En su paso por el FC Barcelona nos mostró su dinamismo al poder jugar de central y por el Manchester City su ambición al jugar de mediapunta. Es decir, Yayá Touré puede jugar donde quiera.
Al Real Madrid le aportaría consistencia para que no se parta con su gran inteligencia táctica, ayudaría en las funciones de salida de balón a un Xabi Alonso demasiado requerido en este aspecto en los últimos años e incluso una imponente llegada demostrada en las últimas temporadas en las que ha anotado diez y once goles, respectivamente.
Así, desde mi punto de vista, si se cumplen los pronósticos de las noticias de fútbol, el centrocampista marfileño de Manchester City sería el eslabón perfecto para completar un engranaje que el próximo año tiene como obligación, al menos, llegar a la final de la Champions.
